Estados Unidos volvió a bombardear el viernes con aviones y drones a objetivos de Al Qaida en Yemen, matando a ocho miembros de la red yihadista.
PUBLICIDAD
Las fuerzas norteamericanas lanzaron en total "un poco más de una treintena" de ataques en dos días, declaró el portavoz del Pentágono Jeff Davis.
Al igual que los de la víspera, los bombardeos norteamericanos tenían como objetivo combatientes de Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA), así como escondites de armas y equipos militares, según el Pentágono.
Ocurrieron en las provincias de Abyane (sur), Chabwa (sur) y Baida (centro).
Además de los ocho miembros de Al Qaida, en los ataques murieron mujeres y niños, según fuentes tribales.
El jueves, estos ataques habituales por su intensidad ya habían costado la vida a por lo menos 12 combatientes de Al Qaida, según fuentes de seguridad y tribales.
Desde hace varios años, Estados Unidos realiza ataques contra Al Qaida en Yemen, pero el ritmo de las operaciones ha aumentado en los últimos meses.
PUBLICIDAD
Los responsables norteamericanos quieren evitar que Al Qaida incremente su influencia en Yemen aprovechando el caos generado por la guerra civil en ese país.
"Las fuerzas norteamericanas seguirán trabajando con el Gobierno de Yemen para vencer y neutralizar a AQPA", indicó el jueves Jeff Davis.
– Frontera borrosa –
La guerra en Yemen opone las fuerzas progubernamentales a los hutíes. Estos últimos, apoyados por Irán, controlan territorios extensos, incluida la capital, Saná.
Desde la intervención de la coalición árabe en marzo de 2015 para ayudar al Gobierno a frenar la progresión de los rebeldes, más de 7.400 personas han muerto y más de 40.000 han resultado heridas en la contienda bélica.
Todas las mediaciones de la ONU y siete altos el fuego han fracasado.
La guerra se libra lejos de las cámaras y sin visos de una solución política.
"Se habla mucho del grupo Estado Islámico, pero AQPA tiene más sangre norteamericana en las manos", dijo Jeff Davis.
Según una fuente anónima estadounidense, AQPA cuenta actualmente "2.000 o 3.000 combatientes, tal vez un poco más".
La organización extremista está particularmente presente en ciertas tribus yemeníes, según la misma fuente. "A veces resulta difícil saber dónde comienza la tribu y dónde termina AQPA", añadió.
Por el contrario, hay menos combatientes occidentales que hace unos años", agregó la fuente.
– Noche aterradora –
Los ataques del viernes ocurrieron de madrugada, contra tres casas del valle de Yashbam, un bastión de Al Qaida en la provincia de Chabwa, incluyendo la del jefe de Al Qaida para esa provincia, Saad Atef, según fuentes tribales.
Los yihadistas replicaron con disparos de defensa antiaérea, según fuentes locales.
Un habitante de la localidad de Al Said habló de una "noche aterradora".
El 29 de enero, un ataque de las fuerzas especiales estadounidense contra Al Qaida en la provincia de Baida, la primera de envergadura realizada bajo el Gobierno de la administración Trump, condujo a la muerte de mujeres, niños y de un soldado norteamericano.
Estados Unidos envía regularmente pequeños comandos a Yemen, principalmente para recabar información, pero el portavoz del Pentágono declaró que ningún estadounidense había estado implicado en operaciones de combate en el suelo en el marco de los últimos ataques.
Según el Pentágono, las operaciones del jueves y viernes fueron decididas por el comando de las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio (CENTCOM), al que la Casa Blanca da mayor margen de maniobra para lanzar operaciones.
A diferencia de Barack Obama, el nuevo presidente tiende a delegar las decisiones militares en su secretario de Defensa, James Mattis, y sus generales.