Invalidando una sentencia de primera instancia que condenó en 2015 al Estado noruego, el tribunal de apelación de Oslo dictaminó que Anders Behring Breivik no recibe un trato "inhumano" en la cárcel.
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En una sentencia de 55 páginas, los tres magistrados del tribunal de apelación estimaron que la peligrosidad de Breivik justifica el estricto régimen carcelario.
"Breivik no es ni ha sido víctima de tortura o de trato inhumano o degradante".
El extremista de 38 años presentará un recurso ante el Tribunal Supremo de Noruega, anunció inmediatamente su abogado, Øystein Storrvik.
El 22 de julio de 2011, disfrazado de policía, Breivik penetró en un campamento de verano de la Juventud Laborista noruega en la isla de Utoya y asesinó a 69 personas.
Ese mismo día, horas antes, Breivik había matado a ocho personas haciendo estallar una bomba cerca de la sede del Gobierno en Oslo.
El autor de los peores crímenes en Noruega en décadas acusaba a sus víctimas de favorecer el multiculturalismo. Fue condenado a 21 años de prisión en agosto de 2012.