"Peco y luego me confieso", fueron las palabras del sacerdote, quien fue grabado mientras disfrutaba de una agitada noche de copas y de la compañía de varias trabajadoras sexuales en un club nocturno de Italia.
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Según informa el portal RT, el párroco habla abiertamente con un reportero (quien portaba una cámara oculta entre la ropa) y le comenta que utiliza el hábito cuando sale de noche "para imponer respeto".
"Nadie se mete conmigo porque aquí te encuentras con gente casada y comprometida. Si alguien me reprocha algo, le digo que lo conozco y que se lo voy a decir a su esposa. Yo luego me confieso".
El sacerdote, cuyo nombre no fue revelado, hizo esta confesión al periodista Silvio Schembri, del programa "La Gabbia", del canal italiano La 7.
De acuerdo con RT, el religioso también "alardeó" frente al reportero de su "popularidad" entre las trabajadoras del club, citando a una de ellas: "Si quiere cometer un pecado, yo se lo hago".
El sacerdote confesó que paga entre 300 y 600 euros por noche por los servicios de las prostitutas, los cuales incluyen desde masajes hasta orgías con hasta cinco personas.