El presidente de Líbano, Michel Aoun, se convirtió el lunes en el primer jefe de Estado extranjero en recibir a la candidata francesa, Marine Le Pen, que intenta ganar credibilidad en la comunidad internacional.
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"Hemos tratado la larga y fructuosa amistad entre nuestros países", declaró la dirigente del Frente Nacional tras una reunión de 30 minutos en el palacio presidencial de Beirut.
Líbano es el único país de Oriente Medio dirigido tradicionalmente por un presidente cristiano, pero los poderes del jefe de Estado libanés fueron reducidos al término de la guerra civil (1975-1990). El presidente Aoun tiene el apoyo del movimiento musulmán chií Hezbolá.
Desde que comenzó a dirigir el Frente Nacional, en 2011, Le Pen se ha reunido con muy pocos dirigentes en el ejercicio del cargo, con la excepción, en 2015, del primer ministro egipcio de entonces, Ibrahim Mahlab, y, en enero, del ministro de Exteriores polaco, Witod Waszczykowski. Este último consideró "nocivo" el proyecto de reforma de la Unión Europea del Frente Nacional.
La canciller alemana, Angela Merkel, descartó reunirse con Le Pen, mientras que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se mostró preocupado por la "catástrofe" que podría significar la elección de la candidata ultraderechista.
En Beirut, Le Pen afirmó haber conversado sobre la crisis de los refugiados sirios con el presidente Aoun.