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¿Dice Trump la verdad sobre terrorismo, criminalidad e inmigración en Suecia?

Doble página del diario sueco Expressen del 19 de noviembre de 2015, en Estocolmo, sobre un hombre sospechoso de planear un atentado en el país escandinavo

Las declaraciones de Donald Trump en las que vinculó la generosa política de asilo de Suecia con un supuesto ataque ocurrido el viernes asombraron a los suecos, pero, ¿cuál es la verdadera relación entre inmigración, delincuencia y terrorismo en el país escandinavo?

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¿Qué dijo realmente Donald Trump?

"Miren lo que pasa en Alemania, miren lo que pasó anoche en Suecia. Suecia, ¿quién lo creería? Suecia. Acogieron a muchos refugiados, y ahora tienen problemas que jamás imaginaron", declaró el presidente estadounidense en un discurso el sábado en Melbourne (Florida), dando a entender que hubo un atentado en el país escandinavo.

En realidad, no ocurrió nada grave en Suecia el viernes, y Trump tuvo que reconocer que se basó en un reportaje de la cadena estadounidense Fox News.

El reportaje en cuestión contenía varias aproximaciones y exageraciones, que daban la imagen de un país a sangre y fuego. Dos policías suecos interrogados en él denunciaron este lunes en la prensa que se utilizaron sus declaraciones "fuera de contexto".

¿Ha habido actos terroristas en Suecia?

Sí, pero ninguno desde la ola migratoria histórica de 2014-2015, en la que Suecia acogió a 244.000 demandantes de asilo -entre ellos, un 34% de sirios y un 10% de iraquíes-, siendo el país europeo que más refugiados recibió por habitante.

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El 11 de diciembre de 2010, un sueco de origen finlandés, Taymour Abdel Wahab, se hizo explotar en una céntrica calle peatonal de Estocolmo, sin causar ningún herido.

Recientemente, la Casa Blanca incluyó en una lista de 78 ataques terroristas poco tratados por la prensa un atentado con cóctel molotov en octubre contra un local de rezo musulmán en Malmö (sur). La policía detuvo a un sirio por este incidente, que no dejó heridos.

Los servicios de seguridad (Säpo) consideran que la amenaza terrorista es alta en Suecia con el regreso progresivo de decenas de personas que viajaron a Siria e Irak para alistarse en las filas del grupo yihadista Estado Islámico.

Un yihadista sueco, Osama Krayem, está detenido en Bélgica por su supuesto papel de enlace entre los grupos que atentaron en París en noviembre de 2015, y en Bruselas en marzo de 2016.

¿Ha aumentado la criminalidad con la reciente ola migratoria?

Levemente. Según las estadísticas oficiales, 2011 fue el año con el mayor número de agresiones por habitante, esto es, antes de la reciente ola migratoria.

Suecia no elabora estadísticas étnicas sobre los autores de los crímenes y delitos. Sin embargo, la policía atribuyó en 2016 un código a los delitos que implican a inmigrantes recién llegados. Según un agente citado por el diario Dagens Nyheter a principios de 2016, dicho código se aplicaba al 1% de los casos tratados, esto es, más o menos la parte de esos inmigrantes en la población.

En enero de 2016, el asesinato de una trabajadora social a manos de un refugiado etíope conmocionó al país. Los demandantes de asilo también han sido víctimas de la criminalidad: el año pasado, 92 centros de acogidos fueron blanco de incendios voluntarios.

¿Es más alta la criminalidad entre los extranjeros en general?

Sí. El Consejo Sueco de Prevención de la Delincuencia (BRA) realizó varios estudios que muestran que los inmigrantes están de media dos veces más representados en las estadísticas sobre delincuencia que las personas de padres nacidos en Suecia.

Sin embargo, los mismos estudios muestran que, en condiciones sociales comparables, el riesgo de delinquir es casi equivalente. En Suecia, el desempleo es cuatro veces superior entre los extranjeros que entre las personas nacidas en Suecia.

¿Existen zonas de riesgo en Suecia?

No, pero la segregación es un hecho en las grandes ciudades. Y los locales de servicios estatales (policía, bomberos, urgencias) sufren a menudo destrozos en algunos barrios conflictivos.

Suecia es, no obstante, uno de los países con menos homicidios en el mundo: 1,1 cada 100.000 habitantes en 2015 -según el BRA-, esto es, 4,5 veces menos que en EEUU.

 

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