Criticado a menudo por su pasividad, el presidente Mariano Rajoy dejó fracasar las maniobras de sus adversarios y gobierna ahora España casi sin rivales, siendo uno de los pocos dirigentes europeos que sobrevivieron a la crisis económica.
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A sus 61 años, el líder conservador controla sin problemas su formación, el conservador Partido Popular (PP), que lo reeligió el pasado sábado como líder con el 95 % de los votos, un resultado digno de la canciller alemana, Angela Merkel, en la dirección de la CDU (Unión Demócrata Cristiana).
Al mismo tiempo, la oposición se destripa en guerras internas. El partido antiausteridad Podemos, que parecía el más cercano a alterar el orden establecido, adoptó el domingo un giro radical detrás de su líder, Pablo Iglesias.
Por el camino, apartaron a su segundo, Íñigo Errejón, favorable a cooperar con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para construir una alternativa al Gobierno conservador.
El PSOE "lamentó profundamente" lo que considera una "victoria del pablismo-leninismo, que ha roto los puentes con la izquierda".
Los socialistas tampoco pueden presumir de cohesión tras la grave división sufrida a finales de 2016, cuando defenestraron a su secretario general, Pedro Sánchez, empecinado en evitar a toda costa un segundo mandato de Rajoy.
Dominio del tiempo
Hace sólo un año, Rajoy recibía críticas, incluso desde su propio partido, por haber perdido la mayoría absoluta en las elecciones legislativas de diciembre de 2015, castigado por su política de austeridad y los escándalos de corrupción que involucran a numerosos miembros de su partido.
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Tras un mandato de cuatro años (2011-2015), sus días en el poder parecían contados. El nuevo partido liberal Ciudadanos pedía su cabeza para permitir un gobierno de derecha, y el propio Rajoy rechazó la propuesta del rey Felipe VI para formar gobierno, sabedor de que no tenía aliados.
Desde un segundo plano, contempló cómo Sánchez fracasaba en su complicada coalición con Podemos y Ciudadanos, llevando al país de nuevo a las urnas.
En las legislativas de junio de 2016, Rajoy mejoró su resultado de seis meses antes (pasó del 28,7 % de los votos al 33 %) y finalmente pudo formar un gobierno en minoría en noviembre gracias a la abstención de los socialistas, una vez derrocado su líder.
Es cierto que la oposición puede tumbarlo y a veces puede hacerle frente en el Parlamento, pero todos los sondeos indican que el PP saldría más reforzado en unas nuevas elecciones.
"Es un líder sin carisma, pero tiene un dominio perfecto de los tiempos y un conocimiento increíble de los mecanismos de decisión", explica Narciso Michavila, especialista demoscópico y exasesor de estrategia electoral de Rajoy durante mucho tiempo.
Merkel del sur
Este jurista de formación, un registrador de la propiedad que ascendió poco a poco en el organigrama de su partido desde 1977, tiene poca presencia internacional, algo que se le reprocha a menudo en España.
Ciertamente, los políticos españoles raras veces se proyectan hacia el exterior, recuerda Ignacio Molina, del 'think-tank' Real Instituto Elcano.
No obstante, a diferencia de sus homólogos extranjeros, suelen mantenerse en el poder (al menos ocho años), y en su segundo mandato dominan mejor las diferentes cuestiones y se sienten más cómodos con sus interlocutores.
Además, cuando Rajoy llegó al poder, España estaba al borde de la bancarrota. "Cuando tú estás casi en la mesa de operaciones, es difícil que digas sobre qué y cómo hay que operar. Entonces, Rajoy decidió adoptar un perfil bajo", señala Molina.
España está mejor situada actualmente en la escena internacional, ya que "ha gestionado no solo la crisis económica, sino también los populismos, porque ahora ya sabemos que es muy difícil que Podemos pase del 20 %" de votos, continúa.
"Es un hombre prudente, no es dado a improvisaciones o aventuras", dice Francisco de Borja, experto del centro de reflexión European Council on Foreign Relations.
"Curiosamente, lo que era tan criticable, lo que era una de sus debilidades, quizás se ven como fortalezas", considerando "el aventurerismo de (el ex primer ministro británico David) Cameron o de (el exjefe del Gobierno italiano Matteo) Renzi".
"Estos han desaparecido. Pero Rajoy, al igual que Angela Merkel, es un superviviente. Rajoy es un Merkel del sur", afirma.