Durante una visita a Aubervilliers, un suburbio del norte de la capital francesa a 10 kilómetros de Aulnay-sous-Bois, el presidente François Hollande prometió justicia tras la presunta violación con una porra de un joven afrodescendiente durante un control policial.
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El mandatario también hizo un llamado a la calma tras varios días de actos de violencia urbana. "Tiene que haber justicia", dijo Hollande.
El presidente condenó además los actos de violencia "inaceptables" registrados desde el incidente ocurrido el pasado 2 de febrero.
"Es muy importante que mostremos que somos capaces de vivir juntos en una sociedad pacífica, pero donde el respeto es la regla, y debemos ser firmes con aquellos que no respetan este principio".
"Rechazaré también todas las provocaciones, a todos aquellos que quieren dividir, separar, oponer, romper la vida en comunidad", agregó.
La presunta violación que sufrió este joven por policías ha atizado las tensiones entre la policía y los habitantes de estos suburbios, habitados en su mayoría por inmigrantes o descendientes de inmigrantes.
Decenas de personas han sido detenidas en los últimos días. Al menos 25 fueron arrestadas la noche del lunes en la periferia de París tras actos de violencia urbana que incluyen la quema de vehículos y lanzamientos de cócteles molotov, según fuentes policiales.
La víctima, identificada como Théo, sufrió heridas graves a nivel del recto y tuvo que ser operado. El joven recibió la semana pasada la visita de Hollande en el hospital.
De los cuatro policías presentes durante el arresto, uno fue imputado por violación, mientras que los otros tres por violencia.