El presidente Mariano Rajoy afirmó este domingo que el gobierno no permitirá un referéndum de autodeterminación en Cataluña que contravenga la Constitución, en un duro discurso en el que calificó de "disparate" al proceso secesionista en la rica región española.
PUBLICIDAD
"Repito: no vamos a admitir la celebración de un referéndum que prohíbe nuestra Constitución, que busca la independencia de Cataluña y la ruptura de España".
Al cierre de un congreso del gobernante Partido Popular (PP, conservador) que el fin de semana lo reeligió como su líder.
"Un proceso de secesión no es una poda agradable hecha por un amable jardinero, sino que es una amputación terrible y dolorosa que no hay cirujano que salve".
En medio de un pulso con el ejecutivo liderado por Rajoy, el gobierno independentista catalán aspira a organizar un referéndum de autodeterminación vinculante en septiembre en Cataluña, pero quw no tiene encaje legal en la Constitución del país.
"Quien conozca nuestra historia (…) no puede dejar de admitir que todo esto del proceso secesionista es un disparate", lanzó Rajoy, al afirmar que "nadie nos puede pedir que seamos cómplices" de una "arbitrariedad" que "pasa por encima de la Constitución".
En sus palabras, Rajoy recordó a la "inmensa mayoría de catalanes que se sienten españoles", pero también a aquellos "engañados en su buena fe: a los que se les ha ofrecido como posible lo que no lo es, a los que se les ha colocado el señuelo de la independencia como remedio de todos sus males".
Subrayó que una secesión de Cataluña le significaría a la región del noreste de España con 7,5 millones de habitantes la salida de la Unión Europea (UE), y "la imposibilidad de sostener los servicios públicos o las prestaciones sociales".
Al reiterar que su gobierno está abierto al diálogo con las autoridades catalanas, afirmó que la prioridad en este momento es "trabajar para reconstruir la cohesión interna" en la región, "destruida irresponsablemente por años de separatismo que han dividido dramáticamente a la sociedad".
Las palabras de Rajoy tuvieron después de que el viernes pasado quedara visto para sentencia el juicio al expresidente catalán Artur Mas por desobediencia al organizar en 2014 una consulta sobre la independencia que había sido prohibida por la justicia.