Shinzo Abe viaja este jueves con dirección a Estados Unidos para reunirse con el presidente Donald Trump, buscando reforzar relaciones bilaterales con la promesa de un gran plan de inversiones en el país.
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Los dos dirigentes se reunirán el viernes en la Casa Blanca y luego irán a la residencia de lujo del magnate en Palm Beach, donde tienen la intención de jugar al golf.
El nuevo mandatario estadounidense acusa a Japón de devaluar voluntariamente el yen para vender sus productos en Estados Unidos a bajo precio.
Washington tiene un importante déficit comercial con Tokio (el segundo más importante después de China), un desequilibrio que Trump considera nefasto para su economía.
Pero Shinzo Abe quiere demostrarla que se equivoca y tiene previsto presentarle un plan de cooperación económica que según la prensa podría crear hasta 700 mil puestos de trabajo en Estados Unidos, con acuerdos valorados en 450 mil millones de dólares en la próxima década.
El programa, llamado Iniciativa Japón-Estados Unidos por el Crecimiento y el Empleo, también podrían incluir la financiación con capital nipón de líneas ferroviarias de gran velocidad en Texas y California, el desarrollo conjunto de robots médicos así como inversiones en el sector nuclear.
