En rueda de prensa al término de la sesión de control semanal, Theresa May expresó su oposición a un nuevo referéndum de independencia en Escocia, coincidiendo con un sondeo que apunta a un aumento del apoyo a la secesión en pleno Brexit.
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"No creemos que deba haber un segundo referéndum" tras el de 2014, dijo May.
"Hubo un referéndum, fue claro, concluyente, legal, y ambas partes acordaron respetar los resultados", recordó la primera ministra.
Según el diario escocés The Courier, que citó fuentes bajo anonimato, Londres asume que la jefa del gobierno regional escocés, Nicola Sturgeon, convocará un segundo plebiscito para agosto de 2018 y está preparando una respuesta.
Los líderes de los principales partidos británicos prometieron a los escoceses que serían considerados "socios en términos de igualdad" si se quedaban en el Reino Unido en el referéndum de independencia de 2014, como así ocurrió.
Sin embargo, en el plebiscito sobre la UE, Escocia votó a favor de seguir en Europa, al contrario de Gales e Inglaterra, que inclinaron la balanza, y ahora los independentistas esgrimen el deseo de seguir en Europa para reclamar otro referéndum.
Al respecto, May les avisó en el Parlamento de que "una Escocia independiente no estaría en la Unión Europea".
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Este miércoles, un sondeo reveló que el apoyo a la secesión ha aumentado entre los escoceses, pero esta opción volvería a perder un referéndum.
Si se excluye a los indecisos, el 49 % de los escoceses apoya la independencia mientras que un 51 % quiere seguir en el Reino Unido, según un sondeo del instituto de opinión BMG para el diario escocés The Herald.
Un sondeo similar publicado el mes pasado daba a la independencia un apoyo de 45,5 % y una oposición de 54,5%, casi los mismos resultados que en el referéndum de septiembre de 2014.
Incluyendo al 12 % de indecisos o de gente que no quiso revelar su preferencia, los resultados son: 43 % a favor de la independencia, 45 % en contra. La encuesta se realizó entre 1.067 votantes.