Theresa May aseguró este martes que permitirá al Parlamento votar el acuerdo de divorcio con la Unión Europea antes de que entre en vigor, para contrarrestar así una potencial rebelión en sus filas.
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De todos modos, su gobierno precisó que un rechazo del Parlamento no impediría la salida de la UE.
"Será una votación importante. Será una elección entre abandonar la UE con un acuerdo negociado o no", dijo David Jones, viceministro responsable del Brexit, en la Cámara de los Comunes.
"Devolver al gobierno a la mesa negociadora sería el mejor modo de socavar nuestra posición negociadora y conseguir un peor acuerdo".
La concesión de May se produce un día antes de la segunda votación sobre el proyecto de ley para iniciar el divorcio con la UE, al que le faltarán luego otras dos en la Cámara de los Lores.
El gobierno recibió el apoyo a su propuesta de ley en la primera, pero los diputados conservadores proeuropeos están cada vez más descontentos sobre el nivel de escrutinio de las negociaciones que May está dispuesta a tolerar, poniendo en peligro la mayoría absoluta del partido del gobierno.