El Estado Islámico (EI), que intenta repeler una ofensiva del ejército de Irak en el oeste de Mosul, está obligando a los habitantes a pagar por la destrucción de sus casas, unos agujeros que los yihadistas utilizan para esconderse y protegerse de los bombardeos.
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"El Daesh nos obliga a hacer agujeros en nuestras casas sin dejarnos otra opción", asegura un habitante de la ciudad que se presenta como Abu Asad.
"Y obligan a los habitantes a pagar 7 mil dinares (unos cinco dólares) a los trabajadores que vienen a destruir nuestras casas", lamenta tras haberlo sufrido en su propio hogar, igual que otros muchos habitantes.
Según Abu Asad, los combatientes del EI usan este dinero para financiar su defensa frente a las fuerzas iraquíes, que en el último mes han retomado la parte oriental de la ciudad, en el marco de una gran ofensiva lanzada el 17 de octubre para expulsar a los yihadistas de la segunda ciudad de Irak.
"Nos hacen elegir entre quedarnos en nuestras casas con las paredes reventadas o irnos", dice Asad.
Además la mayoría de los habitantes no tienen electricidad o solo durante muy poco tiempo al día, con temperaturas que en esta época suelen ser varios grados bajo cero por la noche.
Los agujeros en las paredes de las casas permiten a los yihadistas pasar rápidamente de una calle a otra sin llamar la atención de los aviones del ejército iraquí o de la coalición internacional.
El exdictador iraquí Sadam Husein hacía algo parecido, porque hacía pagar a las familias de los prisioneros ejecutados el precio de las balas. Hoy muchos creen que los antiguos dirigentes de su partido, el Baaz, forman la base del EI, que en 2014 conquistó cerca de un 30% del territorio iraquí.