Los edificios del Estado –municipalidades, hospitales, escuelas, gobernaciones, ministerios, secretarias e institutos– están dentro del grupo de construcciones que no soportarían un evento sísmico como el que ocurrió la madrugada del miércoles 4 de febrero de 1976, el cual cobró la vida de más de 23 mil guatemaltecos.
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La razón por qué no aguantarían un siniestro como tal es porque las edificaciones tienen un diseño de construcción desordenado e inadecuado, dijo Héctor Monzón, director de la Asociación Guatemalteca de Ingeniería Industrial y Sísmica (AGIES).
“La construcción empírica ha tenido avances significativos y espontáneos. Sin embargo, se ha proliferado la construcción en terrenos de alto riesgo y se ha abusado de sistemas constructivos”, agregó Monzón.
Otros grupos
El peligro que corren los edificios del Estado también lo atraviesan las casas construidas en terrenos de riesgo en áreas rurales y urbanas, donde se ha abusado de sistemas constructivos aptos para uno o dos niveles que se han extrapolado hasta seis y siete pisos.
Además, los inmuebles de concreto reforzado de la generación de 1950 y 1970.
“Se ha abusado de sistemas constructivos, de malos materiales por desconocimiento y falta de capacitaciones. Estos factores ponen en riesgo a miles de familias ante siniestros naturales como sismos, tormentas, deslaves y derrumbes”, acotó Monzón.
Iniciativa
En tanto, Monzón informó que la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), prestará su iniciativa de ley a 15 organizaciones públicas y privadas, entre ellas, el Instituto del Cemento y del Concreto de Guatemala y las Cámaras de la Construcción e Industria, para que presenten un proyecto al Congreso el cual obligaría a las municipalidades a entregar manuales de construcción.