La absolución de Gonçalo Amaral, el expolicía portugués encargado de la investigación sobre la desaparición de Madeleine McCann, fue confirmada este martes por el Tribunal supremo de justicia, ante el cual los padres de la niña británica llevaron el caso.
En lo que concierne a la justicia portuguesa, esta decisión es definitiva y solo puede ser contestada ante la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH).
En abril de 2015, Amaral había sido condenado en primera instancia a pagar 500 mil euros a los McCann, que lo habían demandado por publicar en 2008 un libro titulado "Maddie, la investigación prohibida", en el cual acusaba a la pareja de haber hecho desaparecer el cuerpo de su hija muerta accidentalmente.
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Pero, un año más tarde el exinspector de la policía judicial fue absuelto por el Tribunal de apelaciones de Lisboa.
"El uso de la libertad de expresión por parte de Gonçalo Amaral no ha sido abusivo. Se mantiene dentro de los límites admisibles en el seno de una sociedad democrática y abierta", destacó el Tribunal supremo, retomando los argumentos esgrimidos por el Tribunal de apelaciones lisboeta.
La pequeña Madeleine desapareció de su habitación el 3 de mayo de 2007, algunos días después de haber cumplido los 4 años de edad, en la pequeña estación balnearia de Praia da Luz, en el sur de Portugal, donde pasaba las vacaciones junto a su familia.
Después de 14 meses de controvertidas investigaciones, marcados en particular por el enjuiciamiento de los padres de la niña, Gerry y Kate McCann, luego por el despido de Amaral, la policía portuguesa archivó el caso en 2008, tras lo que fue reabierto cinco años más tarde.
La policía británica abrió su propia investigación en julio de 2013, pero los registros hechos en el lugar no revelaron "ninguna pista", y después Scotland Yard redujo drásticamente el número de investigadores movilizados en este caso.
