Este domingo, Gambia espera la llegada del presidente Adama Barrow, tras la salida forzada hacia el exilio de Yahya Jammeh, su predecesor, quien tras 22 años en el poder y seis semanas de crisis política, cedió finalmente a la presión de sus vecinos de África Occidental.
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En la capital, Banjul, las espontáneas manifestaciones de alegría para festejar la partida del autócrata, que dirigió férreamente el país durante más de dos décadas, dieron paso a una mayor tranquilidad, según una periodista de la AFP.
Ahora "vamos a esperar a Barrow", congregados "desde el aeropuerto hasta el palacio presidencial" afirmó a la AFP un guardia privado, Babacar Jallow. "Antes, teníamos miedo de salir" a causa de la represión del régimen de Jammeh, pues "este hombre es un asesino", añade.
El país, pequeño Estado anglófono enclavado en Senegal, con la excepción de una pequeña franja costera, estaba sumido en una profunda crisis después de que Jammeh anunciara el 9 de diciembre que no cedería el poder a Adama Barrow.
Barrow, de 51 años, que había ganado las elecciones el 1 de diciembre, debió finalmente jurar el cargo en la embajada de su país en Dakar.
Luego de múltiples intentos para persuadir a Jammeh, los presidentes de Guinea, Alpha Condé, y de Mauritania, Mohamed Uld Abdel Aziz, viajaron el viernes a Banjul, para una última mediación, que terminó con éxito.
Además, varios países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) enviaron tropas a Gambia para presionar a Jammeh tras la jura de Barrow, que sigue en Dakar.