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Un policía y un civil muertos en una operación de demolición en Israel

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La controvertida práctica israelí de demoler los pueblos beduinos se tornó en tragedia este miércoles en una emblemática comunidad del sur del país, donde murieron un policía y un civil árabe en circunstancias que difieren según las versiones.

Los policías llegaron al pueblo beduino de Umm al Hiran, en el desierto de Neguev, para supervisar la demolición de varias viviendas que, según las autoridades israelíes, carecían de los permisos necesarios.

Umm al Hiran es una de las localidades más simbólicas del enfrentamiento entre las políticas del Estado israelí y el modo de vida de decenas de miles de beduinos, descendientes de lengua árabe de los nómadas del desierto, que viven en su mayoría en el Neguev.

"A la llegada de las unidades de policía a la zona, un vehículo conducido por un terrorista del Movimiento Islámico intentó atacar a un grupo de oficiales atropellándolos", afirmó un portavoz policial, Micky Rosenfeld. "Los policías dispararon" y mataron al conductor, agregó.

Un policía, Erez Levi de 34 años, falleció y otros agentes resultaron heridos, precisó.

"Estamos intentando determinar si el terrorista estaba influenciado por el (grupo yihadista) Estado Islámico", explicó Rosenfeld.

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El Movimiento Islámico al que según la policía pertenecía el conductor está fuertemente inspirado por los Hermanos Musulmanes y promueve el islam entre los árabes israelíes, descendientes de los palestinos que permanecieron en sus tierras en el momento de la creación de Israel en 1948.

Varios residentes y el colaborador de un diputado árabe que se encontraba en el lugar negaron sin embargo la versión del atentado y las intenciones atribuidas al conductor del vehículo.

"La versión israelí es mentira. El conductor era un profesor respetado", dijo a AFP Raed Abu al Qiyan, colaborador del diputado árabe israelí Ayman Odeh y responsable de un comité que ofrece servicios a los lugareños, asegurando haber presenciado lo ocurrido.

"Los policías llegaron y empezaron a disparar indiscriminadamente pelotas de goma contra la gente, llegando incluso a herir al diputado Ayman Odeh que intentaba hablar con ellos", afirmó.

– Demolición bajo fuerte protección –

Los lugareños identificaron al conductor como Yacub Musa Abu al Qiyan, de 47 años, padre de una familia muy numerosa y propietario de una de las cinco casas que debían ser demolidas.

El hombre bajaba lentamente por la carretera para hablar con los policías cuando estos le dispararon, haciéndole perder el control de su vehículo, afirmaron varios de ellos.

Los policías "agredieron al diputado y a otras personas, manifestantes, con granadas ensordecedoras y gases lacrimógenos disparados directamente a la cara", afirmó el asistente parlamentario Anan Maaluf a la radio israelí.

"No hubo ningún atentado con un vehículo, no hubo enfrentamientos entre los manifestantes y la policía", aseguró.

Las máquinas demoledoras iniciaron la operación al final de la mañana, bajo la protección de policías armados con fusiles que mantenían a distancia a los lugareños, que se lamentaban.

Unas 150 familias de beduinos viven en Umm al-Hiran, es decir un millar de personas que habitan casas bajas abastecidas de electricidad gracias a paneles solares por falta de conexión con la red eléctrica.

El Gobierno israelí aprobó en noviembre de 2013 la construcción de dos localidades, Kesif y Hiran, para reemplazar este pueblo cuyo desalojo fue después aprobado por la Corte Suprema.

Adalá, una ONG de defensa de la minoría árabe en Israel, cifra a los beduinos del Neguev en unos 330.000.

Se quejan de demoliciones a repetición, relocalizaciones forzadas y expolio de sus tierras.

Las autoridades israelíes denuncian por su parte la anarquía de estas construcciones y afirman querer mejorar las condiciones de vida de los beduinos.

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