Corea del Norte fustigó la decisión del presidente estadounidense, Barack Obama, de poner en la lista negra de sanciones a la hermana del líder norcoreano Kim Jong-Un y recomendó al mandatario ocuparse en cambio de hacer las maletas en la Casa Blanca.
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El departamento norteamericano del Tesoro agregó la semana pasada siete nombres -incluyendo a Yo-Jong, hermana menor de Kim- a la lista de norcoreanos sancionados por Estados Unidos por violaciones a los derechos humanos.
El anuncio del departamento del Tesoro se produjo simultáneamente a la publicación por el departamento de Estado norteamericano de un informe sobre violaciones de los derechos humanos en Corea del Norte, señaladas por Washington como unas de las peores del mundo.
"Obama haría mejor de no perder tiempo ocupándose de los derechos humanos de los demás y dedicarse en cambio a hacer sus maletas en la Casa Blanca", dijo la agencia oficial norcoreana KCNA, en un comentario difundido el lunes de noche.
Durante su mandato, Obama "creó la peor situación de derechos humanos en Estados Unidos", agrega Pyongyang. "Debería estar apenado por el sufrimiento y desgracia que causó a tantos norteamericanos y a otra gente en el resto del mundo".
Dotada del arma nuclear, Corea del Norte realizó una serie de ensayos atómicos y pruebas de misiles durante el mandato de Obama. Por esa razón fue sometida a nuevas sanciones de la ONU.
Washington mantiene desde hace tiempo una política de "paciencia estratégica", fundamentalmente la negativa a entablar cualquier tipo de diálogo significativo mientras Pyongyang no se comprometa de manera tangible con una desnuclearización.
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El comentario de KCNA fustigó "las movidas sumamente hostiles" del gobierno de Obama, que solo logró fortalecer la capacidad de Corea del Norte para "aniquilar a sus agresores".
El presidente electo estadounidense, Donald Trump, que asumirá el cargo este viernes, nunca especificó claramente cuál sería su política hacia el aislado país comunista asiático, aunque en alguna oportunidad tuiteó que el desarrollo por Pyngyoang de misiles balísticos que representasen una amenaza contra Estados Unidos "no sucederá".
En su discurso de Año Nuevo, Kim no se refirió específicamente al gobierno entrante de Trump, pero invitó a Washington a "terminar con su política anacrónica de hostilidad hacia Corea del Norte".