Siete civiles afganos murieron este domingo en la explosión de una bomba al paso del camión en que viajaban en una carretera de Nangarhar, en el este de Afganistán, donde los insurgentes son particularmente activos, informaron fuentes oficiales.
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"La explosión mató a siete civiles, entre ellos una mujer y tres niños, e hirió a un octavo", declaró a AFP el gobernador del distrito donde se produjo el ataque. "Las víctimas regresaban a su pueblo cuando su camión golpeó el artefacto", precisó.
El ministerio del Interior afgano confirmó este balance en un comunicado.
Según la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), los artefactos explosivos de fabricación casera (IED por sus siglas en inglés) mataron o mutilaron a más de 1.500 civiles en los primeros nueve meses de 2016, una mayoría de ellos niños (84%).
La UNAMA, que debe publicar el balance anual de víctimas civiles antes de fin de enero, se muestra alarmada por el número cada vez mayor de víctimas civiles afganas en el conflicto que enfrenta a talibanes y yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) con las fuerzas gubernamentales y de la coalición occidental.
Estos dos grupos insurgentes están muy presentes en la provincia de Nangarhar, fronteriza con Pakistán, donde el grupo EI estableció sus bases desde principios de 2015.