Como muchas otras adolescentes en los Estados Unidos, Katelyn Nicole Davis, de 12 años, publicaba videos en vivo todos los días. Sin embargo, el pasado viernes conmocionó a miles de personas a través del mundo la noticia de que Katelyn se había quitado la vida durante una transmisión.
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Según varios medios estadounidenses, fue el 27 de diciembre del año pasado cuando la pequeña narró durante una transmisión que había sido abusada sexualmente por parte de un familiar, quien también le dijo que “se colgara”, cuando ella le recriminó.
Tres días después, Davis inició un video en el que se le ve llorando y pidiendo perdón “Perdón por no haber sido lo suficientemente linda. Perdón por haber entrado en sus vidas para irme tan rápido”, fueron algunas de sus palabras. Luego la perturbada jovencita sube a un árbol y termina con su vida.
El hecho ha conmocionado a cientos de padres. Autoridades han iniciado las investigaciones del caso.
Sin embargo, se resalta en redes sociales la preocupación de que este tipo de hechos estén ocurriendo y que sean transmitidos a través de las redes sociales. Este tipo de casos puede servir de inspiración para otros niños y jóvenes que estén deprimidos o sean objetos de abusos.
En mayo de 2016 un joven de 19 años transmitió su muerte a través de Twitter, y encendió las alertas sobre este tipo de videos en vivo.