El heredero del grupo surcoreano Samsung, Lee Jae-Yong, fue interrogado este jueves como sospechoso por los investigadores independientes del caso de corrupción que provocó la destitución por el Parlamento de la presidenta Park Geun-Hye.
PUBLICIDAD
Lee, vicepresidente Samsung Electronics, fue interrogado en relación a un presunto delito de soborno.
El hijo del presidente del grupo Samsung, Lee Kun-Hee, y nieto de su fundador también está acusado de haber cometido perjurio ante una comisión de investigación parlamentaria sobre este escándalo que sacude Corea del Sur, según los investigadores especiales.
"Siento mucho haber provocado preocupaciones a la población con este incidente", declaró el heredero del gigante surcoreano al llegar junto a su abogado a la oficina de los investigadores, donde lo esperaban decenas de periodistas y manifestantes.
"¡Arresten a Lee inmediatamente!", gritaban los manifestantes.
Los investigadores deben decidir si solicitan una orden de arresto de Lee, declaró el portavoz del equipo de investigación Lee Kyu-Chul.
La probabilidad de que la comisión independiente pida a la justicia que emita esta orden contra Lee es "elevada", según la agencia Yonhap, que citó fuentes de la investigación.
PUBLICIDAD
Este caso de corrupción, que ha provocado una crisis política en Corea del Sur, gira en torno a la influencia ejercida por Choi Soon-Sil, de 40 años y amiga de la presidenta Park.
La llamada 'Rasputina surcoreana' es juzgada actualmente por haber utilizado su relación con Park para sonsacar enormes cantidades de dinero a grandes conglomerados surcoreanos que pagaron millones de dólares a fundaciones privadas creadas por ella.
Samsung, el mayor grupo industrial del país, fue el más generoso, donando 20.000 millones de wons (17 millones de dólares) a las fundaciones de Choi, por delante de Hyundai, SK, LG y Lotte.
Samsung es sospechoso de, además, de haber financiado la formación ecuestre de la hija de Choi en Alemania.
En las últimas semanas, los investigadores han interrogado en varias ocasiones a los dirigentes de Samsung y llevado a cabo registros en los locales de la compañía.
Los ejecutivos de la empresa declararon que habían sido presionados para entregar las sumas de dinero, pero que no se trata de sobornos porque no obtuvieron nada a cambio, según la prensa.
Los investigadores quieren saber, entre otras cosas, si Samsung sobornó a Choi para obtener la luz verde a una controvertida fusión en 2015 entre Cheil Industries y C&T, dos filiales del grupo.
Esa operación había sido percibida como una etapa clave para asegurar el traspaso de poderes a favor de Lee Jae-Yong.
En diciembre pasado, el Parlamento aprobó la destitución de la presidenta Park, acusada de colusión con Choi.
El Tribunal Constitucional debe validar o rechazar la destitución de la presidenta, que rechaza las acusaciones.
El escándalo puso nuevamente en evidencia las relaciones a menudo malsanas entre el mundo empresarial y el poder político.
El grupo Samsung está presente en una gran variedad de sectores. Su buque insignia, Samsung Electronics, es el primer fabricante mundial de teléfonos inteligentes.
En los últimos meses, la familia Lee ha intensificado sus esfuerzos para traspasar las riendas del poder a Lee Jae-Yong con el objetivo de que reemplace pronto a su padre, quien sufrió un grave infarto en 2014.