Las fuerzas estadounidenses que mataron a 33 civiles afganos en noviembre de 2016 en ataques aéreos cerca de Kunduz (norte) en "legítima defensa" frente a los talibanes, afirmó el jueves una investigación militar estadounidense.
PUBLICIDAD
"La investigación mostró que las fuerzas estadounidenses actuaron en legítima defensa, respetando las leyes de la guerra y las reglas", indicó en un comunicado la misión de las fuerzas armadas estadounidenses en Afganistan (USFOR-A).
"Durante la batalla no se había visto o identificado a ningún civil", agregó el comunicado.
La misión "Resolute Support" (Apoyo Decidido) de la OTAN, dirigida por el general estadounidense John Nicholson, está integrada principalmente por 8.500 militares de Estados Unidos.
"Los civiles muertos o heridos se encontraban sin duda en el interior de los edificios desde donde los talibanes disparaban", afirmó el informe.
Los ataques aéreos ocurridos el 3 de noviembre de 2016 dejaron 33 civiles muertos y 27 heridos en la localidad de Boz, un suburbio de Kunduz, la gran ciudad comercial fronteriza con Tayikistán.
"Las fuerzas aéreas estadounidenses utilizaron la fuerza mínima necesaria para neutralizar las amenazas provenientes de los edificios y para proteger a las fuerzas aliadas" afganas que habían solicitado su ayuda, indicó el informe.
PUBLICIDAD
La operación "apuntaba a capturar a los dirigentes talibanes responsables de la ofensiva de octubre contra Kunduz" y fue ejecutada por "las fuerzas especiales afganas con un número limitado de consejeros y efectivos de apoyo estadounidenses".
"Al llegar a la localidad, las fuerzas aliadas quedaron bajo fuego talibán proveniente desde numerosos edificios civiles", por lo cual tuvieron que pedir apoyo aéreo", indicó el comunicado militar norteamericano.
Esos ataques mortíferos ocurrieron 14 meses después de los bombardeos estadounidenses contra el hospital de Kunduz, administrado por Médicos Sin Fronteras, que el 3 de octubre de 2015 causaron la muerte de 42 personas entre el personal y los pacientes.