Las protestas contra el aumento de la gasolina en México cumplían el sábado una semana, con miles de asistentes a manifestaciones, en una de las cuales siete policías resultaron heridos al ser arrollados por una camioneta.
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En la zona de Playas de Rosarito, al sur de la fronteriza ciudad de Tijuana, un grupo de policías federales que resguardaban unas instalaciones de la estatal Petróleos Mexicanos (PEMEX) durante una protesta fueron violentamente embestidos por una camioneta.
"Los responsables de esta agresión desmedida responderan ante la ley", escribió en Twitter el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, al señalar que los uniformados "cumplían con su deber".
La Policía Federal informó de que los siete agentes heridos se encuentran hospitalizado.
A mediodía, varios cientos de personas marcharon desde el turístico Paseo de la Reforma hacia el Zócalo (centro) de Ciudad de México para expresar su repudio al aumento del precio de los combustibles, que ha desatado una ola de protestas y algunos saqueos y actos vandálicos.
"¡No más gasolinazos!" y "¡Fuera el gobierno!", se leía en pancartas en medio de gritos como "¡El pueblo consciente, repudia al presidente!".
El 1 de enero entraron en vigor aumentos de hasta el 20,1% del precio de la gasolina y del 16,5% del diésel, que han desatado protestas desde el pasado domingo y algunas jornadas con saqueos de comercios que dejan pérdidas millonarias.
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Las protestas se han saldado hasta ahora con tres muertos, uno de ellos un policía de la capital, y más de 1.500 detenidos en todo el país, según un balance del gobierno federal difundido en la noche del viernes.
En la ciudad de Puebla, a unos 120 kilómetros de la capital, miles de personas se congregaron para marchar hasta el centro de la urbe.
"Soy un ama de casa común, pero salgo porque ya estoy harta", dijo Ernestina Pantle, una mujer que se integró a la protesta con sus dos hijos.
La marcha transcurrió sin incidentes después de que en días pasados se registraran saqueos de comercios, lo que llevó a vecinos de zonas populares a colocar barricadas para impedir el paso de posibles grupos vandálicos.
Otras marchas tenían lugar en distintos puntos del país, como en Guadalajara, donde más de 10.000 personas salieron a las calles con una gigantesca bandera mexicana en la vanguardia de la concentración.
Los medios locales informaron de movilizaciones en el vecino estado de México, Chiapas, Guerrero (sur), Sonora (noroeste) y Tabasco.
Las concentraciones han transcurrido sin mayores incidentes, con los organizadores llamando a no permitir a infiltrados ni grupos violentos.
En Morelia, capital del estado de Michoacán, la prensa destacó que unos policías frustraron un saqueo.
El presidente ha admitido que se trata de "un cambio difícil", pero lo justificó alegando que era necesario para mantener la estabilidad económica y financiar programas sociales.