El primer ministro japonés, Shinzo Abe, reclamó este domingo a Corea del Sur retirar la estatua de una "mujer de consuelo" que ha reavivado una controversia bilateral que se remonta a la Segunda Guerra Mundial.
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La tensiones se agudizaron el viernes, cuando Japón llamó a consultas a su embajador en Corea del Sur para protestar por la instalación frente a su consulado en Busán (sur) de una estatua en homenaje a las víctimas de la esclavitud sexual durante la expansión japonesa en aquel conflicto.
Japón alega que la estatua viola un acuerdo bilateral de 2015 destinado a poner fin, mediante una disculpa oficial y el pago de una indemnización, al litigio altamente emocional sobre las "mujeres de consuelo".
"Japón ya pagó mil millones de yens (8,6 millones de dólares", dijo Abe en un programa difundido este domingo por el canal NHK. "Creo que ahora le toca a Corea sincerarse claramente", agrego.
El tema envenena las relaciones entre Seúl y Tokio desde hace décadas por los abusos cometidos por Japón durante su expansión colonial, de 1910 a 1945.
La mayoría de los historiadores calculan que unas 200.000 mujeres asiáticas fueron convertidas en esclavas sexuales por Japón.
Procedentes de Corea, China, Filipinas u otros países, las mujeres fueron obligadas a trabajar en los burdeles del ejército imperial japonés.