Unos 300 infantes de marina estadounidenses serán enviados en los próximos meses a la provincia de Helmand, en el suroeste de Afganistán, para apoyar a la misión comandada por la OTAN en el entrenamiento de las fuerzas afganas, informó el Cuerpo de Marines.
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Los marines estadounidenses regresarán de este modo a Helmand, de donde salieron en 2014, cuando la OTAN retiró sus fuerzas y dejó a las tropas afganas encabezar la lucha contra los talibanes.
Éstas fueron las primeras fuerzas estadounidenses enviadas a Afganistán después de los ataques terroristas en Estados Unidos en 2001.
Miles de soldados fueron desplegados en Helmand, una región productora de opio, donde afrontaron duros combates con los insurgentes talibanes.
El gobierno del presidente saliente Barack Obama esperaba retirar a la mayor parte de las fuerzas militares estadounidenses de Afganistán para esta fecha, dejando solo una pequeña fuerza.
Pero Estados Unidos mantiene todavía unos 8.400 militares en el país y ahora está enviando a los marines de retorno a Helmand.
A petición del Comando Central estadounidense y de las fuerzas norteamericanas en Afganistán, "aproximadamente 300 marines serán desplegados en la provincia de Helmand en Afganistán en la primavera (boreal) de 2017 en apoyo a la Misión de Apoyo Resuelto", informó el Cuerpo de Marines en un comunicado.
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Los infantes de marina "entrenarán y asesorarán a jefes claves del 215º Cuerpo del Ejército Nacional Afgano y de la 505º Zona de la Policía Nacional", agregó.
El ejército y la policía de Afganistán están sumidos en la lucha contra el renaciente grupo talibán.
A comienzos de diciembre, el general John Nicholson, responsable de las fuerzas estadounidenses y comandante de la OTAN en Afganistán, dijo que Kabul controla directamente un 64% de la población de 30 millones del país, por debajo del 68% a comienzos de 2016.
Indicó que los talibanes han estado especialmente activos en la provincia de Helmand y están trabajando el opio con traficantes.