El gobierno japonés salió este viernes en defensa de Toyota y de su industria automotriz después de que Donald Trump amenazara al constructor con tasas aduaneras si construye una planta en México y no en Estados Unidos.
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"La industria automotriz japonesa tiene 1,5 millones de trabajadores en Estados Unidos y es una contribución importante para la economía estadounidense", dijo el ministro de comercio, Hiroshige Seko, en una rueda de prensa.
"Es importante que las empresas lo digan y el gobierno también tiene que recordarlo si es necesario", añadió.
Por su parte, el portavoz del gobierno, Yoshihide Suga, no dudó en defender al constructor. "Toyota siempre se esforzó por comportarse como una empresa responsable en Estados Unidos", dijo, y aseguró que el presidente electo "es un hombre de negocios que ha trabajado en el extranjero y debería saberlo".
Toyota, líder mundial del sector automotor desde hace varios años, recordó las cifras de su actividad en Estados Unidos, con 25 millones de vehículos producidos en el país en los últimos 30 años, 10 fábricas y 136.000 trabajadores.
"Toyota forma parte del tejido social estadounidense desde hace 60 años", recordó la compañía en un comunicado.
Trump, que asumirá la presidencia el 20 de enero, arremetió el jueves en un tuit contra el proyecto del grupo nipón de construir una planta en México.
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"Toyota Motor dice que quiere construir una nueva planta en Baja (California), México, para fabricar coches Corolla para Estados Unidos. ¡NI HABLAR! Que construya la planta en Estados Unidos o pague un gran impuesto en la frontera", escribió en Twitter.
Toyota tiene una planta en Baja California, donde fabrica camionetas Tacoma, pero Trump escribió erróneamente que la nueva planta está también en ese estado, cuando en realidad se está construyendo en Guanajuato.
Este viernes, las acciones de Toyota llegaron a perder más de un 3% en la Bolsa de Tokio y cerraron con una caída de -1,68%, a 6.930 yenes.
– Toda la industria en el punto de mira –
Antes de la amenaza de Trump, el consejero delegado de Toyota, Akio Toyoda, ya había insistido en la contribución de la compañía en Estados Unidos a través de los impuestos y de la creación de puestos de trabajo.
Toyota también asegura ser el constructor que menos coches 'made in México' exporta a Estados Unidos, con sólo 78.000 Tacoma vendidos en 2015.
México es el cuarto exportador de vehículos ligeros del mundo y el séptimo productor mundial de automóviles, según las cifras de la industria.
Este sector, que genera 52.000 millones de dólares al año, representa más de 875.000 empleos directos en todo el país, según el Ministerio de Economía.
El principal objetivo de Trump son los vehículos fabricados en México y exportados luego a Estados Unidos, en algunos casos sin aranceles gracias al tratado de libre comercio norteamericano entre Estados Unidos, México y Canadá (TLCAN), muy criticado por el futuro presidente.
Nissan, rival de Toyota, todavía no ha sufrido los ataques de Trump, pero es uno de los constructores con más implantación en México.
En total, produce 830.000 vehículos al año, entre ellos modelos Sentra y Versa para el mercado estadounidense. Nissan, socio de Renault, está implantado en México desde hace 50 años, donde además está construyendo una planta en colaboración con el alemán Daimler
Honda también está muy bien implantado, con una capacidad de producción de 260.000 unidades. Por su parte, Mazda, un pequeño constructor, vende en Estados Unidos vehículos fabricados en México y Japón.
Por el momento, sin embargo, las amenazas de Trump no parecen preocupar a los inversores. En la Bolsa de Tokio, las acciones de las principales compañías del sector sólo sufrieron caídas moderadas (Nissan -2,20%, Honda -1,90% y Mazda -3,16%).
También el consejero delegado de Nissan, Carlos Ghosn, quiso lanzar un mensaje tranquilizador. "Somos pragmáticos, nos adaptaremos a todas las situaciones a condición de que haya las mismas reglas para todos", dijo desde Las Vegas, donde participa en la feria electrónica CES.
Ghosn recordó que Nissan tiene su mayor planta en Tennessee (Estados Unidos), donde se fabrican 650.000 coches al año, y que el total de su producción en Estados Unidos es de cerca de un millón de unidades, con 22.000 empleos directos.
En el mismo sentido un responsable de Honda, Yoshiyuki Matsumoto, aseguró a la televisión japonesa que "es prematuro" reaccionar antes de que Trump llegue a la Casa Blanca.