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Ser madre cambia conforme pasan los años

Las medidas disciplinarias y actividades para divertirse entre madres e hijos ha cambiado con el paso de los años. Publinews habló con cuatro generaciones de mujeres acerca de la maternidad.

En su día, Publinews habló con mujeres de cuatro generaciones que nos compartieron sus experiencias como madres e hijas durante las últimas cinco décadas en el país.

Las relaciones personales eran distintas. Era muy extraño ver a una mujer conversando con sus hijos”, expresa Carmen Baca de Vargas, de 74 años.

Cuando supo que esperaba a su primera hija, decidió cambiar el patrón que conocía acerca de ser madre. “Fui más abierta con mis dos niñas. Veíamos televisión juntas y todavía platico mucho con ellas. Ahora, con esta apertura, me disfruto hasta a mis nietos”, reconoce.

María Escobar, de 65 años, recuerda que no pudo conversar con su mamá acerca de cualquier tema. “Todo era tabú, así que tuve que aprender acerca de mi desarrollo y adolescencia con mis amigas, que tampoco sabían mucho”, expone.

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Por el contrario, Carla Natareno, de 29 años, tiene una relación cercana con su mamá y su abuela. “Mi abuelita es una señora hecha a la antigua y muy estricta, no le gustan los ruidos fuertes, las malas palabras y las modas estrafalarias. Mi mamá, por el contrario, fue una niña muy traviesa. Son personas muy dispares”, explica Carla. “Eso sí, ambas son unas mujeres trabajadoras, inteligentes y luchadoras. No conocen el cansancio y no se dan por vencidas. Tal vez por eso son un poco tercas, pero aman de una manera tan bonita que no sé qué haría sin una de ellas”.

Aunque las maneras de diversión entre padres e hijos siguen siendo similares, las herramientas han tenido alteraciones.

Con mi mamá, me gusta jugar memoria, dominó y lotería, pero en el iPad”, expresa Sofía Quiñónez, de tres años. Su mamá, Mónica Monterroso, recuerda que con su progenitora se divertían de una manera diferente. “Ella trabajaba, así que cuando regresaba a la casa, jugábamos muñecas. Ahora, mi mamá le regala a Sofía muñecas, pero a ella no le gustan, prefiere juegos de mesa”, relata Mónica. “Lo más cercano que hace ‘Sofi’ para complacer a su abuela, es cargar un peluche de Angry Birds en un carruaje”.

Dariana Ochoa, de 5 años, tiene la oportunidad de pasar tiempo con su abuela Elvita, mientras su mamá, Angélica, regresa del trabajo. “Con mi abuela preparamos tortillas y pasteles, y con mi mamá jugamos en la computadora. Ella es buena para memoria, pero yo le gano en todo lo demás”, añade Dariana.

 

Análisis

Somos muy diferentes

La gran diferencia entre la generación de mi mamá y la mía es que ahora las mujeres salimos a trabajar igual que los papás. Esto cambia la dinámica de los hogares. Las mamás dedican menos cantidad de tiempo a sus hijos, pero procuran que sea de la mejor calidad. Los papás ahora se involucran mucho más en la crianza de los hijos, porque las mujeres están enfocadas también en sus carreras profesionales.

Existen aspectos no tan positivos. Muchas sienten culpa por no estar en casa, lo cual las lleva a tratar de compensar a los niños con cosas materiales y una libertad excesiva para sus hijos, quienes son criados por otras personas, incluso ajenas a la familia. Además, la sociedad todavía está organizada de manera patriarcal, por lo que hay poco apoyo para la madre trabajadora en las empresas del país.

Jessica Masaya

Escritora, periodista y analista en temas de género

 

Aprendizaje

Mi abuela y mi madre me enseñaron acerca de la fidelidad entre la familia”.

Carla Natareno, promotora cultural

 

Emoción

Lo que más me gusta en el día es jugar en la computadora con mi mamá”.

Dariana Ochoa, de seis años

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