¿Ya debe dormir solo tu hijo?

Si el niño no puede descansar en una cuna a salvo por varias razones, por ejemplo cuando alcanza la capacidad de poder escaparse y meterse en la cama con los padres, es señal de que llegó el momento de que duerma en su propia pieza.

La pediatra y experta en el tema Amy Lage habló con Publinews acerca de este momento crucial.

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La importancia

Se toman todas estas medidas para que la familia entera tenga el descanso que se merece durante las noches, sobre todo para las criaturas.

Edad recomendada

A los tres años puedes razonar con un niño, antes de eso la mayoría de chicos no pueden comprender las guías y límites que se les dan. Hasta que puedan entender y reconocer su alcance, es mucho más fácil mantenerlos en sus cunas, lugar donde tienen su mejor sueño y descanso.

Experiencia

Tengo dos hijos, uno de dos años y otro de dos meses de edad. El mayor todavía duerme en su cuna y permanecerá hasta que pida el cambio. Los expertos en sueño pensamos que es muy importante mantener a los niños en sus cunas hasta que están totalmente preparados para irse a una cama”, expresa la pediatra.

Participación

Una técnica para que el niño se sienta atraído para dormir en su propia cama y dejar la cuna es dejarlos elegir las nuevas colchas, cubrecamas y almohadas, e inclusive una cama o cabecera. Esto los emocionará. “Los niños siempre estarán ansiosos por el cambio. Si participan de manera más directa en el diseño de su cuarto podrán sentir un poco de control en la situación. A los tres años ellos buscan de muchas maneras en tener por lo menos un poco de control en sus vidas”, expresa Lage.

Toma nota

Soy una gran creyente de que la edad correcta para que un niño cambie su cuna por una cama es a los tres años, porque a esta edad razonan mejor y conocen más sus límites”.

Amy Lage, pediatra

Recomendaciones

Te damos algunos consejos para que tu niño duerma de manera correcta:

• Distracción. Evita que los niños vean la televisión minutos antes de ir a dormir y opta por un bonito cuento o por un juego tranquilo. La televisión estimula la mente del pequeño y le provoca excitación.

• Tensión. Ciertas experiencias antes de dormir, como un juego violento o un regaño, le pueden impresionar y repercutir de manera negativa en el sueño del niño, desvelándole o provocándole pesadillas, miedo o ansiedad.

• Rutina. Establece una hora de “buenas noches”. Un ejemplo es que se bañe, se cepille los dientes, se vista con su pijama y escuche un cuento o una canción de cuna.