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El embajador griego en Brasil podría haber sido víctima de "crimen pasional"

La policía brasileña dictó orden de prisión contra dos individuos e interrogaba el viernes a la esposa del embajador griego en Brasil, Kyriakos Amiridis, por su presunta implicación en la desaparición del diplomático, que podría haber sido víctima de un “crimen pasional”.

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“El crimen pasional es la línea más fuerte de la investigación”, dijo a la AFP una fuente vinculada a la investigación.

Amiridis, de 59 años, estaba de vacaciones con su familia en Rio y tenía previsto regresar a Brasilia el 9 de enero. Pero su mujer, Françoise Amiridis, de origen brasileño, denunció el miércoles que no tenía noticias de su marido desde el lunes por la noche, cuando había salido del apartamento que tenían en Nova Iguaçu (norte de Rio), en un coche alquilado.

Las alarmas se encendieron el jueves, cuando un vehículo calcinado con un cadáver en su interior aparecieron bajo un viaducto de esa localidad de la Baixada Fluminense, una región con altos índices de criminalidad.

Las autoridades griegas confirmaron en Atenas que el carro era el que había sido alquilado por el embajador. El coche se hallaba este viernes en el parking al aire libre de la División de Homicidios de la Baixada Fluminense, en la localidad de Belford Rojo, indicó una periodista de la AFP.

– Cuerpo “totalmente carbonizado” –

La identificación del cuerpo se presenta más complicada, porque “está totalmente carbonizado”, indicó a la AFP una fuente vinculada a la investigación.

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La esposa de Amiridis era interrogada en esa comisaría, al igual que otros dos individuos -un policía militar y un joven- contra los que ya se dictó orden de presión, precisó.

Según la fuente, la mujer ya había sido interrogada la víspera, pero “el jefe de la División quería volver a verla”.

Amiridis y su mujer tenían una hija, de 10 años de edad.

El comisario de la Baixada Fluminense, Evaristo Pontes, había descartado la víspera la hipótesis del secuestro, ante la ausencia de cualquier tentativa de toma de contacto con la familia. Y explicó que su sección había tomado a cargo el caso, porque la Policía Federal consideró que la desaparición de Amiridis no tenía que ver con su función diplomática.

Amiridis era embajador de Grecia en Brasil desde este año. De 2012 a 2016 había sido embajador en Libia. De 2001 a 2004, se había desempeñado como cónsul general en Rio de Janeiro.

Sumida en una severa crisis económica, la ciudad que acogió hace unos meses los Juegos Olímpicos vive una fuerte alza en sus ya elevados índices de violencia urbana, alimentados por el narcotráfico y la pobreza de gran parte de sus habitantes.

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