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EEUU castiga a Rusia por injerencia en elecciones presidenciales

El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció este jueves sanciones contra dos agencias de inteligencia rusas y la expulsión de 35 agentes, en una masiva reprimenda contra Moscú, acusado de interferir en la pasada elección a favor del ganador Donald Trump.

“He ordenado un número de acciones en respuesta al agresivo acoso del gobierno ruso sobre funcionarios estadounidenses y operaciones cibernéticas contra la elección estadounidense”, señaló Obama según un comunicado de la Casa Blanca.

En respuesta a los hackeos, bautizados como “Grizzly Steppe” por funcionarios estadounidenses, Obama ordenó sanciones contra los servicios secretos militares rusos (GRU) y el Servicio Federal de Seguridad (FSB), la ex KGB soviética.

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Las medidas concretan la promesa de Obama de castigar al gobierno del líder ruso Vladimir Putin por presuntamente infiltrar la elección en beneficio de Trump.

Rechazadas por Moscú, que prometió retaliaciones, las sanciones de seguro aumentarán la tensión entre las dos potencias, mientras se avecina el cambio de mando en Washington, el 20 de enero.

Trump dijo que aunque cree que Estados Unidos debe avanzar “hacia mayores y mejores cosas”, se reunirá con los jefes de inteligencia de Estados Unidos la semana próxima.

Las agencias estadounidenses de inteligencia concluyeron que el pirateo y difusión de correos electrónicos del partido Demócrata y del equipo de su candidata presidencial, Hillary Clinton, estuvo diseñado por el Kremlin para impulsar a la Casa Blanca a Trump, un neófito de la política quien ha elogiado a Putin.

En un informe difundido este jueves, el FBI y el Departamento de Seguridad Interior, detallaron cómo dos grupos de hackers asociados al GRU y el FSB robaron y filtraron a la prensa información embarazosa sobre Clinton.

Las dos agencias enfrentan sanciones, así como cuatro funcionarios del GRU, incluyendo el director de la agencia, Igor Valentinovich Korobov, y tres compañías que asistían en el ciberespionaje.

– “Persona non grata” –

Los 35 agentes de inteligencia — acreditados a la embajada rusa en Washington y el consulado en San Francisco–, fueron declarados “persona non grata” y ordenados a abandonar el país en las próximas 72 horas.

Obama también ordenó clausurar dos instalaciones rusas en los estados de Maryland y Nueva York.

La primera, una casa de verano no muy lejos de la capital estadounidense, fue una vez reseñada en una revista de lujo de Washington y descrita como una majestuosa mansión rodeada de frondosos jardines en la orilla del río Chester, con una “impresionante colección de porcelana alemana y húngara”.

El gobierno estadounidense señaló que ahora es usada para “propósitos relacionados con inteligencia”.

A otros dos individuos le fueron congelados bienes en Estados Unidos por infiltrar bancos, universidades, corporaciones y otras organizaciones.

Pero a menos de cuatro semanas de abandonar la Casa Blanca, Obama anunció que su gobierno seguirá tomando otras medidas, algunas de las cuales mantendrá en secreto.

“Estas acciones no son la suma total de nuestra respuesta a las agresivas actividades de Rusia. Seguiremos tomando una variedad de acciones, en el momento y lugar que escojamos, algunas de las cuales no será publicitadas”, afirmó.

Obama dijo que tomó las medidas luego de “repetidas advertencias privadas y públicas” al gobierno ruso, y subrayó que son una “respuesta necesaria y apropiada a los esfuerzos para perjudicar los intereses estadounidenses en violación de las normas internacionales”.

Esas advertencias incluyeron un mensaje personal de Obama a Putin cuando los líderes se reunieron brevemente en China en septiembre pasado, según funcionarios estadounidenses.

-Acusaciones “infundadas”-

Rusia rápidamente rechazó las acusaciones de Estados Unidos como “infundadas” y prometió responder.

El portavoz del Kremlin Dmitry Peskov, acusó a Washington de querer “destruir definitivamente” las relaciones con Rusia, posiblemente en su peor momento desde el fin de la Guerra Fría.

Peskov dijo que Moscú va a “reaccionar de manera adecuada basado en los principios de reciprocidad”.

Donald Trump, quien ha prometido un acercamiento con Rusia, ha desestimado las acusaciones de interferencia electoral como un intento de los demócratas para deslegitimar su triunfo.

Pero las nuevas sanciones pueden poner al magnate y el Kremlin en una difícil posición.

Cualquier intento de Trump por revertir la decisión de Obama podría ser visto como una aceptación de interferencia rusa

La decisión de Obama de vincular las sanciones al acoso sufrido por diplomáticos en Moscú, que según Washington “no tiene precedentes” después de la Guerra Fría, solo dificultaría esa propuesta.

“No sería recomendable”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca.

Los aliados republicanos de Trump también estarían cerrándole el paso, distanciándose aún más de sus posturas pro-Rusia.

“Rusia no comparte los intereses de Estados Unidos”, dijo el presidente de la cámara baja del Congreso, Paul Ryan, dando bienvenida a las sanciones que consideró como “atrasadas”.

Además, las acciones de Obama forzarán a Putin a considerar medidas retaliatorias que podrían entorpecer el esperado acercamiento entre los dos países durante el gobierno de Trump.

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