Los japoneses celebraron este miércoles la visita de su primer ministro, Shinzo Abe, a Pearl Harbor, percibida como un gesto histórico pero también un mensaje político al futuro presidente estadounidense, Donald Trump.
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La televisión pública japonesa NHK difundió hacia las 07h00 de la mañana local (22h00 GMT del martes) el discurso pronunciado por Abe tras la visita al monumento conmemorativo USS Arizona, construido sobre los restos del acorazado hundido por la aviación nipona el 7 de diciembre de 1941.
Shizuhiko Haraguchi, de 95 años, un exmarino japonés cuya unidad participó en el ataque de Pearl Harbor hace 75 años, declaró al canal TV Asahi que el mensaje de reconciliación de Abe le “colmó de emociones profundas”.
Kuniyoshi Takimoto, de la misma edad, un exmecánico de aeronaves de la marina que se unió a la flota japonesa para el ataque, consideró por su parte que fue “un bonito mensaje que reflejó bien los sentimientos de estadounidenses y japoneses”.
Lamentó, sin embargo, que estas palabras de Abe choquen “con lo que se está haciendo, como permitir que soldados japoneses vayan a una zona de conflicto al extranjero, y eso por primera vez” desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Abe ha impulsado una reforma de la legislación sobre seguridad nacional para reinterpretar una parte de la Constitución pacifista y ampliar las prerrogativas exteriores de las fuerzas de autodefensa, como se denomina a las fuerzas armadas japonesas.
Takimoto se preguntó sobre lo que ocurrirá tras la salida de Barack Obama, un presidente en el último tramo de su mandato que selló la reconciliación con Abe en Pearl Harbor.
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– Gratitud hacia Estados Unidos –
“No sé lo que serán las relaciones nipoestadounidenses cuando Trump esté en el poder”, dijo el nonagenario.
El homenaje de Abe a las víctimas del ataque japonés de diciembre de 1941 y el hecho de que elogiara la relación de aliados de los dos países fueron percibidos por los politólogos como una señal dirigida al sucesor de Obama.
“Trump citó en varias ocasiones la alianza nipoestadounidense durante su campaña y Abe quiso notificarle que era inquebrantable”, comentó un periodista de Nippon Television.
El magnate inmobiliario cuestionó públicamente los términos de esta relación bilateral, forjada después de la guerra y de siete años de la ocupación estadounidense de Japón.
El presidente electo republicano dio a entender que Japón debería contribuir más a la financiación de su defensa para conservar la protección estadounidense.
En su discurso, Abe no se olvidó de dar las gracias a EEUU por su ayuda a la reconstrucción de un Japón que salió exangüe del conflicto.
Para Takashi Ryuzaki, profesor de la Universidad Ryutsu Keizai, es una forma de ganarse a los estadounidenses que eligieron a Trump, paladín del orgullo patriótico: “En lugar de pedir disculpas, Abe optó por un mensaje de gratitud hacia Estados Unidos”.
El primer ministro japonés tendrá que entenderse con el nuevo inquilino de la Casa Blanca y ya dio un primer paso cuando se convirtió en el primer dirigente que se reunió con Trump poco después de su victoria electoral de noviembre.
El portavoz del Gobierno japonés, Yoshihide Suga, se mostró tranquilizador: “Pensamos que la relación nipoestadounidense no va a cambiar, incluso con la entrada en funciones de la administración Trump”, insistió este miércoles por la mañana.
Según la prensa nipona hay negociaciones en curso para un nuevo encuentro entre Abe y Trump una semana después de la toma de posesión del nuevo presidente estadounidense.