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El raro encanto de cruzar a nado el río de Praga casi helado

El día después de Navidad es muy esperado por aficionados a la natación invernal en República Checa. Decenas de ellos acuden al puente Carlos para observar cómo nadadores desafían las bajas temperaturas del río Moldava en su paso por Praga.

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Esta tradición ha llegado a su edición 70. En ella compitieron 366 nadadores de ocho países quienes sintieron los 4 grados centígrados del agua en sus cuerpos casi desnudos.

La tradicional carrera “Alfred Nikodém” tiene tres categorías, una es para nadar 100 metros, otra de 300 y la más exigente es de 750 metros.

Para nadar en las gélidas aguas no hay edad. En esta ocasión hubo una participante belga de 13 años y una checa de 87.

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Entre las celebridades estuvo la argentina Victoria Mori, joven de 23 años de edad quien es campeona mundial de natación de invierno en los 200 y 240 metros.

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Mori no se pudo llevar el primero lugar, quedó segunda, pero se atrevió a nadar 750 metros.

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La nadadora argentina confesó que fue una competencia “dura” y aceptó que había “chicas muy fuertes”. A su criterio eso es bueno para mejorar el nivel, ya que le permite “incentivarse, para ir entrenando”, comentó.

Para los turistas, además de la novedad de los nadadores, están la impresionante vista del puente Carlos, la colina del Castillo de Praga, la Catedral y el Teatro Nacional de la República Checa.

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Apreciar el espectáculo no fue cosa fácil, ya que los aficionados tuvieron que soportar una temperatura ambiente de 8 grados centígrados.
 

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