Los vehículos autónomos de Uber seguirán trasladando pasajeros por las calles de San Francisco, informó la propia compañía horas después de que los fiscales estatales amenazaron a Uber con llevarla a los juzgados si no suspende el servicio de inmediato.
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En una carta con palabras duras, los abogados del Departamento de Justicia de California exigieron que Uber obtenga un permiso especial del estado si quiere continuar con el plan piloto. De lo contrario, “la fiscalía general buscará medidas cautelares”, agregó la misiva.
Aunque el documento no fija un plazo, la portavoz de los reguladores de transporte de California Melissa Figueroa dijo a The Associated Press en un mensaje de texto que el estado tomaría acciones “a inicios de la semana próxima” en caso de que Uber no cumpla las solicitudes.
Uber comenzó el miércoles un programa piloto con algunas camionetas Volvo equipadas con adaptaciones y sensores que les permiten virar, frenar o acelerar. Una persona está detrás del volante, como medida preventiva.
Las autoridades de ambas partes han tenido varias conversaciones esta semana luego de que el Departamento de Vehículos de Motor emitió una advertencia legal similar. El líder del programa de vehículos autónomos de la compañía, Anthony Levandowski, dijo el viernes que esos encuentros fueron de “conversaciones francas” que lo mantienen firme en su postura.
Los abogados estatales insisten en que los autos de Uber son “vehículos autónomos” que requieren de un permiso para circular por caminos públicos.
Levandowski explicó que difiere respetuosamente, argumentando que Uber no requiere el permiso que tienen otras 20 compañías que prueban la tecnología en California porque las camionetas Volvo cuentan con conductores detrás del volante para supervisar el desempeño de los autos. Eso significa que las camionetas Volvo no son propiamente “vehículos autónomos” bajo la definición del estado.
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Levandowski comparó las capacidades del Volvo con la de los autos Tesla que cuentan con la función de Autopilot, que les permite virar sin que una persona toque el volante o frenar y acelerar sin que el conductor toque los pedales. Preguntó por qué los miles de autos de Tesla en California no requieren los mismos permisos que los exigidos a Uber.
El alcalde de San Francisco se puso del lado del gobierno estatal. Un grupo defensor de los consumidores insinuó que el estado debería hacer más para obligar a Uber a detener su programa piloto.
“Creemos que su actividad es un delito bajo el código de vehículos de motor, punible con hasta seis meses de cárcel”, dijo en una declaración escrita John Simpson, del grupo Consumer Watchdog. “El director general Travis Kalanick debe ser arrestado de inmediato”, agregó.
Sin embargo, ofreciendo interés por la tecnología, el alcalde de Beverly Hills expresó el viernes su apoyo a las pruebas de Uber sin el permiso estatal.