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El presidente italiano Sergio Mattarella declaró el sábado que decidirá “en las próximas horas” cómo resuelve la crisis política provocada por la dimisión del primer ministro Matteo Renzi.
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Los representantes de todos los partidos políticos en el Parlamento italiano visitaron a Mattarella en el Quirinale, la sede de la presidencia.
Unos piden elecciones anticipadas, otros, un Gobierno de unión nacional, mientras una crisis bancaria vuelve a amenazar a la tercera economía de la eurozona.
“En las próximas horas evaluaré (la situación) y tomaré iniciativas necesarias para la solución de la crisis de gobierno” declaró Mattarella.
El jefe de Estado precisó que a su juicio “armonizar” el sistema electoral era “indispensable” antes de convocar nuevas elecciones legislativas.
El país necesita rápidamente un gobierno “en plenitud de funciones” a causa de los retos internos e internacionales de Italia, aseveró Mattarella.
– ‘Yogur con fecha de caducidad’ –
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El sábado por la mañana, el ministro del Interior Angelino Alfano abogó por conservar al Gobierno actual.
El Ejecutivo italiano “no es un yogur con fecha de caducidad”, declaró después de entrevistarse con el presidente.
El viernes la Liga Norte, partido contrario a la inmigración, le exigió a Mattarella unas elecciones anticipadas, una solución defendida por otras formaciones como el antisistema Movimiento Cinco Estrellas.
El presidente podría también designar de nuevo a Renzi. Pero este último no parece dispuesto a aceptar el cargo, después del rechazo masivo de los italianos al referéndum constitucional del 4 de diciembre.
– Solución continuista –
Según la prensa italiana, esta solución continuista sería la favorita del presidente, que desea llevar a cabo una transición ordenada, sobre todo después de que la mala situación del banco Monte Paschi di Siena (BMPS) haya suscitado nerviosismo en los mercados.
El Banco Central Europeo (BCE) le negó a la entidad el plazo que le pedía antes de lanzar un aumento de capital, lo cual podría obligar al banco a solicitar la ayuda del Gobierno dimisionario.
En ese contexto, aumenta la posibilidad de que el ministro de Finanzas, Pier Carlo Padoan, uno de los favoritos de la prensa, permanezca en su cargo.
La prensa italiana también incluye al presidente del Senado, Pietro Grasso, y al ministro de Transportes, Graziano Delrio, entre los favoritos para ocupar el cargo de primer ministro.
De haber nuevas elecciones el año que viene, el nuevo Gobierno podría verse obligado a cambiar la ley electoral, como indicó Mattarella.
El gobierno podría durar varios meses, el tiempo de hallar un acuerdo entre las fuerzas políticas para armonizar dos leyes electorales que están vigentes en la actualidad. Una ley adoptada en mayo de 2015, bautizada Italicum, prevé un escrutinio mayoritario para la Cámara de Diputados, mientras que el Senado es elegido de forma proporcional, lo que aleja la posibilidad de formar una coalición estable.
Algunos analistas predicen, sin embargo, una larga vida al nuevo Ejecutivo, por motivos internacionales e internos.
En el plano internacional, Italia asumirá a partir de enero la presidencia del G7, el grupo de los siete países más ricos del planeta, y organizará una cumbre de sus dirigentes en mayo en Sicilia. Además, en 2017, entrará en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Pero el principal motivo podría ser la resistencia de los 945 parlamentarios italianos a abandonar su puesto. La mayoría de ellos, ironiza la prensa italiana, necesitan seguir en su escaño hasta septiembre de 2017 si quieren tener una pensión de jubilación completa.