El Vaticano depositó simbólicamente la flecha de una basílica italiana, destruida en uno de los recientes sismos, ante su tradicional árbol de Navidad y del pesebre gigante, inaugurados el viernes en la plaza de San Pedro.
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La flecha (remate puntiagudo) proviene de la basílica San Benedetto de Norcia (centro de Italia), joya del siglo XIV, construida según la leyenda en el lugar de nacimiento de San Benedicto.
La basílica conservó solo su fachada, pues el resto se derrumbó durante un sismo de magnitud 6,5 ocurrido a fines de octubre.
La presencia de la flecha quebrada y su cruz constituye “un mensaje de solidaridad” luego de los varios temblores destructores ocurridos en esta región desde el mes de agosto, subrayó un comunicado de la Ciudad del Vaticano.
La flecha fue transportada por especialistas de los museos del Vaticano.
Las donaciones de los peregrinos y de los turistas que acudirán a ver el pesebre y el árbol de Navidad, serán destinados a la reconstrucción del oratorio parroquial muy deteriorado en el pueblo de Norcia, clasificado entre los 150 pueblos más bellos del país.
El árbol de Navidad de 25 metros de alto, que tiene 90 años, es una donación de un pueblo de la región del Trentino-Alto-Adige (noreste de Italia), y las esferas decorativas en arcilla fueron realizadas por niños hospitalizados en Italia.
El pesebre, de cartón piedra, obra del artista maltés Lanwel Grech, fue transportado por barco desde una isla mediterránea.