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El Premio Nobel de la Paz, concedido este año al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, por su tenaz esfuerzo para pacificar su país, sirvió en el pasado para respaldar otros procesos de paz frágiles, no siempre con éxito.
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– 1998: Paz en el Ulster –
Dos arquitectos de la reconciliación en Irlanda del Norte, el protestante David Trimble, dirigente del Partido Unionista del Ulster, y el líder católico nacionalista John Hume, fueron galardonados con el Nobel en octubre de 1998, en reconocimiento por “sus esfuerzos para encontrar una solución pacífica” a 30 años de un conflicto que dejó cerca de 3.600 muertos. Unos meses antes, en abril de 1998, los Gobiernos británico, irlandés y la mayoría de los partidos políticos norirlandeses firmaron los Acuerdos del Viernes Santo tras 21 meses de negociaciones.
– 1996: Timor Oriental –
El premio destacó los esfuerzos de dos figuras a favor de la lucha por el reconocimiento de la autodeterminación de Timor Oriental, el obispo católico Carlos Filipe Ximenes Belo y el portavoz de la resistencia timorense, José Ramos-Horta.
La guerra en la antigua colonia portuguesa dejó cerca de 200.000 muertos en 24 años de ocupación. Después del referéndum de autodeterminación de 1999, la isla logró su independencia en 2002.
El Comité del Nobel reconoció “su trabajo para una resolución justa y pacífica del conflicto”.
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– 1994: Después de los acuerdos de Oslo –
El jefe de la Organización para la Liberación de Palestina, Yaser Arafat, el primer ministro israelí, Yitzhak Rabin y su ministro de Relaciones Exteriores, Shimon Peres, fueron recompensados “por sus esfuerzos para lograr la paz en Medio Oriente”.
Estos esfuerzos se cristalizaron en septiembre de 1993, con los acuerdos de Oslo, que sentaron las bases de una autonomía palestina y permitieron el histórico apretón de manos entre Arafat y Rabin.
La decisión del Comité de ‘nobelizar’ a Arafat generó una gran polémica y provocó la dimisión de uno de sus cinco miembros.
Actualmente, en un momento en el que ya han fallecido los tres reconocidos ese año (Rabin asesinado en 1995 y Arafat y Peres muertos en 2004 y 2016, respectivamente), las perspectivas de alcanzar una solución en el conflicto entre israelíes y palestinos cada vez son más sombrías.
– 1993: El fin del apartheid –
El héroe de la lucha contra el régimen racista de Sudáfrica, Nelson Mandela, recibió el Nobel de la Paz, conjuntamente con Frederik de Klerk, excarcelero de ‘Madiba’, por sus esfuerzos de reconciliación tras décadas de apartheid y por “haber colocado a Sudáfrica en camino para convertirse en una democracia multiracial”.
En febrero de 1990, Frederik de Klerk autorizó la liberación de Mandela, que llevaba 27 años preso.
Tras este decreto y después de la abolición del apartheid, se permitió la celebración de las primeras elecciones multiracionales en el país, en las que Mandela ganó y se convirtió en presidente en 1994.
– 1978: Después de Camp David –
El presidente egipcio Anuar al Sadat, y el primer ministro israelí Menahem Begin, firmantes de los acuerdos de Camp David en septiembre de 1978, que derivaron en un tratado de paz entre ambos países, fueron reconocidos por el Comité del Nobel por “romper el hielo que separaba a sus dos pueblos”, tras cerca de 30 años de guerra.
Sadat, que efectuó una visita histórica a Jerusalén en noviembre de 1977, se convirtió en 1979 en el primer jefe de un Estado árabe en firmar la paz con Israel.
Su decisión de terminar con el conflicto, le costó la vida: en 1981 fue asesinado por un opositor.
– 1973: La salida de Vietnam –
El premio recayó en el secretario de Estado, Henry Kissinger, y en el jefe del partido comunista de Vietnam del Norte, Le Duc Tho, que concluyeron unos meses antes, a principios de ese año, los acuerdos de paz de París entre el país asiático y Estados Unidos.
Este pacto pondrá término a la presencia estadounidense en Vietnam, pero no al enfrentamiento.
Le Duc Tho rechazó el premio y Kissinger intentó en vano devolver su medalla, lo que llevó a la renuncia de dos miembros del Comité del Nobel.
Aprovechando el retiro estadounidense, Vietnam del Norte intensificó su ofensiva, hasta la victoria final de 1975, que implicó la caída del régimen pro Washington de Saigon, en abril de 1975.