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Más de 400 migrantes procedentes de África subsahariana forzaron este viernes la elevada valla que rodea el enclave norteafricano español de Ceuta, en el asalto más importante en más de diez años.
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Alrededor de 800 migrantes trataron de cruzar la alambrada, de seis metros de alto, desde el lado marroquí. De éstos, 438 lograron entrar en la ciudad española, ha informado a la AFP un portavoz de la delegación del Gobierno en Ceuta.
Eufóricos tras haber logrado entrar en territorio español, algunos gritaban “¡España!” ante las cámaras del diario local El Faro de Ceuta, que difundió las imágenes en su portal web.
Según la delegación del Gobierno, todos los migrantes fueron llevados al Centro de Estancia Temporal para Extranjeros (CETI), con la excepción de dos, que fueron hospitalizados: uno por una rotura de muñeca, y otro por el corte de un tendón de la mano.
El asalto se produjo hacia las seis de la mañana, y la Cruz Roja dice haber atendido a un total de 103 migrantes. La delegación del Gobierno señaló que 49 fueron llevados al hospital por golpes y contusiones, aunque según “los fueron curando, les dieron de alta”.
Asimismo resultaron heridos dos guardias civiles, a los que los migrantes “se llevaron por delante” cuando irrumpieron en Ceuta, ha informado la delegación del Gobierno.
La de este viernes es la entrada forzada más importante en más de diez años, según las autoridades locales.
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“Nos tenemos que remontar ya a los inicios de los años 2000”, detalló a la AFP el portavoz de la delegación del Gobierno.
En las imágenes publicadas por El Faro de Ceuta se podía ver a decenas de migrantes, algunos de ellos con el torso o los pies desnudos. Muchos tenían cortes en los pies y en la cabeza tras pasar la doble barrera.
“¡Tantos años en el calabozo!”, gritó uno de ellos, en francés, ante las cámaras. “A pie, a pie, a pie”, dijo otro, mostrando sus calcetines, mientras que un tercero enseñaba un pie desnudo con la piel desollada.
– La policía, sorprendida –
La última entrada masiva se remonta al 31 de octubre, cuando, en un asalto similar, cerca de 220 migrantes franquearon dos puertas de acceso de la barrera de Ceuta, con un saldo de 35 heridos, entre ellos tres guardias civiles.
Carmen Echarri, directora de El Faro de Ceuta, declaró a la AFP que las fuerzas del orden de ambos lados de la frontera parecieron verse desbordadas este viernes. Según ella, los migrantes asaltaron la valla desde diez puntos diferentes, equipados con tijeras y objetos cortantes.
“Todo el mundo se ha visto sorprendido”, añadió, recordando que los sindicatos de la policía española llevan meses pidiendo refuerzos en la frontera.
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos suelen criticar el trato de las autoridades españolas a los migrantes en los enclaves de Ceuta y Melilla, las dos únicas fronteras terrestres entre la Unión Europea y África.
En ambos enclaves, el objetivo de los migrantes es alcanzar el Centro de Estancia Temporal (CETI), donde pueden presentar una demanda de asilo.
Sin embargo, según algunas ONG, no siempre es el caso. En noviembre, Amnistía Internacional acusó a estas ciudades de ser territorios “sin derechos para personas migrantes y refugiados”.
La organización denunciaba casos de violencia policial tanto en Marruecos como en Ceuta, así como la expulsión de potenciales solicitantes de asilo y maltratos en centros de acogida.
Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de este año, cerca de 10.800 migrantes alcanzaron España por vía terrestre o marítima, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).