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Psicólogo que diseñó programa interrogatorio de CIA defiende la tortura

Un psicólogo estadounidense que ayudó a la CIA a diseñar su programa de interrogatorio estimó este martes que el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, debe restablecer estas prácticas de tortura, prohibidas por el presidente Barack Obama.

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“Tiene que haber un debate público para determinar cómo queremos protegernos”, estimó James Mitchell, este ante un think tank conservador en Washington.

Los ciudadanos “deben preguntarse, y yo le preguntaré al presidente electo Trump: ‘¿Qué se hace cuando se tiene una evidencia creíble, como tenía la CIA, de un nuevo ataque catastrófico y la persona a la que se está interrogando no responde?"”, dijo.

James Mitchell es uno de los psicólogos que ayudaron a la CIA a crear el programa de interrogatorios que contenía métodos como el ahogamiento controlado.

Mitchell asegura que hay que encontrar un método de “coerción legal” para, en algunos casos, hacer hablar a los detenidos.

La tortura, prohibida por Obama dos días después de haber llegado al poder en 2009, fue tema de debate público durante la última campaña electoral estadounidense.

Trump causó vivos debates, incluso en el seno de su Partido Republicano, al declararse favorable a recurrir al simulacro de ahogamiento (método conocido como ‘submarino’), consistente en atar al detenido a un banco inclinado, colocar una toalla en la frente y los ojos y echarle agua mientras la pasa repetidamente por la boca y la nariz del torturado, que durante 20 a 40 segundos no puede respirar.

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En diciembre de 2014, el Senado estadounidense publicó un informe sobre la tortura de la CIA, en el que denunció el rol de James Mitchell y su colega John Bruce Jessen.

Según los senadores, la CIA delegó a estos psicólogos el diseño de técnicas de interrogatorio reforzadas y les dio un rol central en la puesta en marcha, evaluación y gestión del programa.

Los dos psicólogos fueron denunciados en Estados Unidos por exdetenidos y sus familiares, con el apoyo de la la Unión Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU).

La denuncia fue firmada por la familia del afgano Gul Rahman, quien murió de frío, hambre y deshidratación mientras estaba detenido.

Pero James Mitchell, quien fue invitado para presentar su libro “Enhanced Interrogation: Inside the Minds and Motives of the Islamic Terrorists Trying To Destroy America”, sostuvo que el método del submarino y otras “técnicas de interrogatorio mejoradas” permitieron recoger informaciones cruciales y salvar vidas.

El informe del Senado contradice esa afirmación.

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