La policía belga detuvo este martes a ocho personas sospechosas de reclutar combatientes para Siria y financiar al grupo yihadista Estado Islámico (EI), indicó la fiscalía federal.
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Al término de nueve registros en Amberes (norte), Brujas (noroeste) y el distrito bruselense de Schaerbeek, entre otros, se detuvo a ocho sospechosos de “haber reclutado personas para partir a Siria y haber apoyado económicamente al EI”, señaló el ministerio público.
“No se hallaron ni armas ni explosivos” durante los registros, precisó la fiscalía en un comunicado. Un juez de instrucción decidirá “más tarde” si los arrestados pasan a detención preventiva.
Asimismo, la justicia belga informó, en otro comunicado distinto, de la detención el 3 de diciembre de un cuarto sospechoso, en el marco de la investigación por el ataque con machete contra dos policías en Charleroi (sur).
El detenido, un belga de 43 años, fue acusado de “participar en las actividades de un grupo terrorista” e “intento de asesinato en contexto terrorista”, por lo que se le decretó detención preventiva.
El ataque tuvo lugar el 6 de agosto y se saldó con la muerte del atacante, un argelino de 33 años, por disparos de un tercer agente. Los dos policías agredidos al grito de “Allahu Akbar” (Alá es grande) sufrieron heridas en cara y cuello.
La investigación ha conducido a la inculpación de cuatro personas en total por ayudar materialmente al autor del ataque, reivindicado por el EI, facilitándole el machete o por haber contribuido a su radicalización.
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Los militares y policías de Bélgica son a menudo objeto de amenazas por parte del EI, máxime cuando el país forma parte de la coalición internacional que lucha contra esta organización extremista en Siria y en Irak.
En los últimos meses se han producido ataques similares contra agentes de policías como el que tuvo lugar en Charleroi. Y, el 22 de marzo, un atentado dejó 32 muertos en una estación de metro de Bruselas y en el aeropuerto.