El secretario de Estado saliente de Estados Unidos John Kerry acusó el domingo a la derecha que gobierna en Israel de respaldar la colonización en los territorios palestinos y de obstaculizar la paz y una solución de dos estados.
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El jefe de la diplomacia estadounidense, que dejará su cargo el 20 de enero con el gobierno del presidente Barack Obama, cargó, en un discurso pronunciado en el instituto Brookings de Washington, contra la administración del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, y constató el fracaso del proceso de paz en Medio Oriente, paralizado desde hace dos años y medio.
“No hay statu quo. Va de peor en peor”, advirtió Kerry durante el foro Saban del instituto Brookings, una reunión anual de expertos sobre las relaciones entre Estados Unidos e Israel.
El secretario de Estado medió infructuosamente entre julio de 2013 y abril de 2014 en el diálogo entre palestinos e israelíes.
Este domingo criticó fuertemente la colonización israelí de los territorios palestinos, a la que Washington considera “ilegítima” e identifica como el principal obstáculo a la paz en la región.
“No estoy acá para decirles que las colonias son la razón del conflicto. No, no lo son”, matizó Kerry, agregando “pero no puedo aceptar la idea de que las colonias no afectan el proceso de paz, que no son un obstáculo a la posibilidad de hacer la paz”.
“Y voy a decirles por qué lo sé: porque la izquierda de Israel ha dicho a todo el mundo que son un obstáculo para la paz y la derecha las respalda porque no quiere la paz”, clamó el todavía jefe de la diplomacia estadounidense.
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Kerry lamentó que “más del 50% de los ministros del gobierno actual (de Netanyahu) hayan públicamente expresado su oposición a un estado palestino y declarado que no habrá estado palestino”.
“Se trata de declaraciones profundamente preocupantes”, agregó.
Lo parlamentarios israelíes comenzarán la semana próxima a examinar un proyecto de ley que legaliza unas 4.000 viviendas de colonos en Cisjordania, territorio palestino que Israel ocupa desde 1967.
Buen parte de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, teme que ese texto complique aún más el proceso de paz en Medio Oriente.