Cientos de miles de surcoreanos se manifestaron este sábado por sexta semana consecutiva en Seúl para reclamar la renuncia de la presidenta Park Geung-hye, acusada de tráfico de influencias.
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La manifestación -que congregó a un millón de personas, según los organizadores, y 200.000, según la policía- se produce horas antes de que tres partidos interpusieran ante el parlamento una moción de destitución contra la presidenta que será sometida a votación el próximo viernes.
La moción, que acusa a la presidenta de haber violado la constitución, obtuvo la firma de 171 parlamentarios de los 300 de la Asamblea nacional, precisó la agencia Yonhap.
Park, acusada de complicidad con una cercana confidente que fue detenida a principios de noviembre por fraude y abuso de poder, se declaró dispuesta a abandonar el poder antes del final de su mandato, en 2018, y dijo que aceptaría la decisión del parlamento.
Para ser adoptada, la moción de destitución debe ser votada por las dos terceras partes de los diputados, lo que significa que la oposición debería tener el apoyo de cerca de 30 miembros del partido conservador Saenuri, de la presidenta Park.
Si la moción es adoptada, será transmitida al Tribunal Constitucional para ser aprobada, un proceso que puede requerir hasta seis meses.
El Saenuri pidió por su lado a Park que renuncie voluntariamente al poder en abril, con la perspectiva de una elección anticipada en junio. El partido le ha dado una semana para aceptar esta propuesta.
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Park ya se disculpó por el escándalo -que dura ya varias semanas- en torno a su asesora en la sombra Choi Soon-sil, acusada de haber utilizado su amistad con la presidenta para extorsionar a grandes empresas y entrometerse en asuntos de Estado sin ocupar ningún cargo oficial.
– 20.000 policías –
Se trata del sexto fin de semana consecutivo en que los surcoreanos se manifiestan contra su presidenta.
Cada fin de semana aumenta el número de personas en las manifestaciones, las más importantes que haya conocido Corea del Sur desde las protestas prodemocracia de los años 1980.
“Park miente cuando dice que va a dimitir. La destitución es el único medio para sacarla del cargo”, declaró Goh Du-Hwan, un contable de 45 años que acudió a manifestarse frente al parlamento con centenares de personas más.
La manifestación de este sábado terminará, como ya es tradición, con una reunión con velas ante la Casa Azul, sede de la presidencia.
La policía aseguró haber desplegado a unos 20.000 agentes.
Park es la primera jefa de Estado surcoreana en ejercicio en ser objeto de una investigación penal.
Una moción de destitución fue interpuesta contra el presidente Roh Moo-Hyun en 2004, pero fracasó.
Investigado después de su mandato por corrupción, Roh se suicidó en 2009.
Se convirtió en el tercer presidente surcoreano en ser convocado por la fiscalía, después de Chun Doo-Hwan y Roh Tae-Woo, ambos condenados finalmente a muerte en 1995 -y luego indultados en 1997- por haber recibido sobornos.
En Corea del Sur, un presidente en ejercicio no puede ser imputado en un caso criminal, salvo por los hechos de traición o insurrección. La inmunidad desaparece sin embargo al final del mandato.