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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, retornó el viernes a Nueva York para continuar conformando su equipo de gobierno, luego que sus abogados realizaran una serie de acciones para frenar el recuento de votos de las elecciones en tres estados clave del ‘cinturón industrial’.
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Los abogados de Trump pretenden detener la revisión de los comicios solicitada por la candidata presidencial del partido Verde, Jill Stein, respaldada luego por la demócrata Hillary Clinton, en Wisconsin, Michigan y Pensilvania.
Mientras Trump volvía a mantener entrevistas con potenciales miembros de su gabinete y otros funcionarios en su sede de la Torre Trump en Manhattan, Nueva York, sus abogados presentaban una demanda en Pensilvania para bloquear la solicitud de Stein.
Argumentan que el recuento colocaría al estado en “grave riesgo” de que sus representantes en el colegio electoral, que debe designar formalmente al presidente el 19 de de diciembre, no lleguen a ser certificados antes de la fecha límite del 13 de diciembre.
Iniciativas legales similares se lanzaron en Wisconsin y Michigan, donde el procurador general Bill Schuette, un republicano, sostuvo que el pedido de Stein es excesivo, al haber logrado en ese estado un resultado demasiado bajo (1%) como para “legitimar un recuento”.
“Su negativa a aceptar el resultado electoral registrado en el estado plantea una amenaza a los contribuyentes y abusa de las leyes de Michigan”, dijo Schuette en un comunicado.
– Agradecimiento –
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La zona manufacturera del ‘cinturón industrial’ (Rust Belt, en inglés) –que en el pasado reciente estuvo bajo control demócrata- fue fundamental para la victoria de Trump en las elecciones del 8 de noviembre.
Trump eligió a la ciudad de Cincinnati, en Ohio, uno de los estados que componen esa región, para iniciar el jueves una gira de “agradecimiento” por su elección, que lo llevará la semana próxima a Carolina del Norte e Iowa.
El presidente electo aprovechó la gira para adelantar que nominaría al general retirado James Mattis como nuevo secretario de Defensa, pero mantiene a todos especulando sobre sus próximos pasos.
El exembajador de Estados Unidos ante la ONU, John Bolton, al que fuentes señalan como uno de los aspirantes al cargo de secretario de Estado, es uno de los que Trump recibirá en sus oficinas de Manhattan.
La decisión de elegir a Mattis fue bien recibida por aliados republicanos y opositores demócratas, aunque genera una situación inusual en un país con tradición de control civil sobre los militares.
Mattis es un militar retirado del Cuerpo de Marines conocido por el apodo de “Mad Dog” (Perro Rabioso) a raíz de su feroz retórica desde que condujo las tropas estadounidenses en Irak y Afganistán.
– Contactos inusuales –
Aunque por momentos parezca sorprendido por el poder y la influencia que ahora tiene en sus manos, Trump claramente está disfrutando del proceso de construir su equipo de gobierno.
El excandidato presidencial republicano Mitt Romney llegó a decir durante la campaña que Trump era un “charlatán” y un “fraude”, aunque ahora aspira a conseguir el puesto de secretario de Estado.
Tras la segunda reunión mantenida entre ambos, Trump comentó en la red Twitter que Romney fue “muy elegante” y que hubo “realmente buena química” en el encuentro.
Romney, un multimillonario con influencia en el partido, disputa ese cargo con el legislador Bob Corker (presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado) y el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani.
Mientras mantiene bajo la manga la carta que jugará para escoger al responsable de la diplomacia, Trump ya mantuvo conversaciones con diversos líderes extranjeros, contactos que generaron cierta preocupación.
Este viernes, rompió décadas de política estadounidense al hablar con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, a riesgo de provocar una seria controversia con China.
“Durante la conversación, ambos mencionaron los estrechos lazos económicos, políticos y de seguridad” entre Taiwán y Estados Unidos, indicó el equipo de transición estadounidense en una minuta del diálogo.
En un mensaje en Twitter, Trump definió a su vez al primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, como “un tipo espléndido”, un gesto poco común para presidentes estadounidenses.
En noviembre, cuando sorpresivamente recibió en sus oficinas de Nueva York la visita del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, Trump sorprendió a todos al invitar a su hija Ivanka a participar del encuentro.
-“Muy presidencial” –
Este viernes, Trump anunció la formación de un Foro de Estrategia y Política, un grupo consultivo formado por directores de las mayores empresas del país y banqueros ligados a Wall Street.
Este consejo deberá reunirse por primera vez en la Casa Blanca a inicios de febrero bajo la conducción de Stephen Schwarzman, director gerente del fondo de inversiones Blackstone, que administra activos por valor de 361.000 millones de dólares.
A pesar de todo, las críticas a su estilo parecen no hacer mella en el presidente electo.
El jueves, durante la visita a una fábrica de acondicionadores de aire en Indianápolis, Indiana, Trump se jactó de haber apoyado millonarias exenciones fiscales a esa firma para evitar la relocalización de 1.000 puestos de trabajo en México.
“Yo pienso que es muy presidencial hacerlo. Y si no es presidencial, está bien igual, porque me gusta hacerlo”, dijo.