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Un astillero chino comenzó a construir una réplica a escala natural del Titanic, un barco destinado a permanecer en un lago artificial del interior del país.
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El buque de 269 metros de eslora por 28 metros de manga, es decir, las dimensiones exactas de su ilustre modelo, no navegará sino que será emplazado en un parque temático de Sichuan, en el suroeste de China, precisó el jueves la agencia de noticias Xinhua.
El barco contará con una sala de baile, un teatro, una piscina y cabinas de primera clase, eso sí, dotadas con wifi, un anacronismo vinculado a las necesidades de nuestra época, según la agencia de prensa oficial.
El trágico destino del barco británico, que naufragó en el Atlántico tras haber impactado con un iceberg en su viaje inaugural de 1912, acabando con la vida de 1.500 personas, fascina tanto a los chinos como al resto del mundo.
La construcción de su réplica, anunciada en 2014, supone una inversión de 1.000 millones de yuanes (136 millones de euros) para el grupo energético chino Seven Star Energy Investment.
Las primeras piezas empezaron a construirse en el astillero naval Wuchang, en la provincia de Hubei, desde donde serán trasladadas para el montaje final en Sichuan.
Con motivo del inicio de la construcción, tuvo lugar una ceremonia en presencia del exministro británico y del excomisario europeo Peter Mandelson, según el sitio de información Tencent.
Un multimillonario australiano, Clive Palmer, anunció hace algunos años otro proyecto de réplica del Titanic, que también iba a ser construido en China pero que, en cambio, sí estaría destinado a navegar. Sin embargo, el proyecto parece haberse interrumpido debido a problemas de financiación.