0 of 2
Seis personas fueron detenidas este miércoles tras el incendio de la víspera de una residencia estudiantil femenina que dejó 12 muertos y 22 heridos en el sur de Turquía, informó la agencia de prensa Dogan.
PUBLICIDAD
Las seis personas, entre ellas el responsable de la residencia, son sospechosas de “homicidio por negligencia” por el incendio de la residencia en Aladag, provincia de Adana, indicó la agencia.
En el incendio murieron 11 residentes, todas menores de 14 años, y una empleada, según los medios de comunicación.
El fuego fue causado por un fallo en la red eléctrica y se extendió rápidamente debido a que el edificio estaba revestido de madera por dentro.
Las llamas devoraron el edificio durante tres horas antes de que los bomberos pudieran extinguirlo.
Según las primeras investigaciones, los cuerpos de las víctimas estaban cerca de la puerta de emergencia, que evidentemente no lograron abrir.
“Al parecer la puerta de la escalera de emergencia estaba cerrada con llave”, declaró el alcalde de Adana, Hüseyin Sözlü.
PUBLICIDAD
Sin embargo, horas después, el vice primer ministro Veysi Kaynak, aseguró que la puerta de emergencia “ni siquiera tenía cerradura”.
La residencia tenía capacidad para 54 estudiantes de secundaria y en el momento del incendio había 34 residentes, señaló el gobernador de Adana, Mahmut Demirtas.
La residencia la adminstra una institución religiosa dirigida por la comunidad islámica Süleymanci.
El principal partido prokurdo, el HDP, acusó al gobierno de no invertir lo suficiente en educación, por lo que muchas familias modestas se ven obligadas a escolarizar a sus hijos en establecimientos privados y a menudo gratuitos.
“Condenar a nuestros hijos a ir a internados que no están controlados y donde se exponen a todo tipo de abusos es una vergüenza, un crimen”, denunció el HDP en un comunicado.
“Si existe la menor negligencia, los responsables lo pagarán”, prometió por su parte la ministra de Familia y Políticas Sociales, Fatma Betül Sayan Kaya.
La tragedia provocó una oleada de indignación en las redes sociales. En Twitter, la etiqueta “#çocuklaryaniyor” (“los niños se queman”, en turco) estaban entre las más utilizadas.
Una protesta que llegó a la calle. En Ankara, la policía dispersó, utilizando granadas lacrimógenas, la manifestación de unas 150 personas que se dirigían hacia el ministerio de Educación para protestar por la muerte de las estudiantes, constató un fotógrafo de la AFP.