Afganistán registró, a 30 de noviembre, un nuevo récord de más de medio millón de civiles desplazados que han huido de la violencia y los combates en lo que va de año, más del doble en comparación con 2014, anunció la ONU este miércoles.
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Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Kabul, con los recientes 516.000 desplazados, ya serían más de 1,3 millones los afganos que han tenido que abandonar su vivienda y que a menudo viven en condiciones precarias y sin asistencia.
Lo más “preocupante” para la ONU es el aumento constante, año tras año, del número de desplazados, que se ha “cuadruplicado desde 2013 y duplicado desde 2014”.
Quince años después del fin del régimen talibán, derrocado por una intervención militar de Estados Unidos, cada vez son más los distritos afectados por los combates que oponen a insurgentes, talibanes y combatientes del grupo yihadista Estado Islámico en el este, contra las fuerzas regulares, apuntó la OCHA en un comunicado.
La oficina destacó que “por primera vez”, hay desplazados en las 34 provincias del país.
Además, Afganistán debe hacer frente al regreso de refugiados instalados en Pakistán.
Más de 600.000 refugiados -de 1,4 millones registrados oficialmente en Pakistán y de los casi 4 millones que hay entre Pakistán e Irán- volvieron a Afganistán a principios de año y gran parte de ellos se instalaron en ciudades grandes, como Kabul, ante la imposibilidad de llegar a sus pueblos de origen.