Siete soldados indios han muerto este martes en un ataque contra la base militar en la que estaban destacados, cerca de la frontera norte con Pakistán, informó el ejército indio en un comunicado.
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Los cuerpos de seguridad indios han precisado que cuatro de sus soldados fallecieron en el asalto inicial, llevado a cabo por unos individuos fuertemente armados y ataviados con un uniforme policial, que utilizaron granadas para su acción.
Posteriormente, otros tres soldados murieron durante la operación del ejército para salvar a los 16 rehenes, entre ellos dos niños, capturados por los asaltantes.
Se trata del ataque más contundente contra una base militar india desde el asalto a la base de Uri por parte de grupos rebeldes de la región, que le costó la vida a 19 soldados a mediados de septiembre.
India asegura que los rebeldes se refugian en Pakistán.
El ataque tuvo lugar en el cuartel general de Nagrota, en el estado de Jammu y Cachemira (norte).
Situada a 90 kilómetros al sur de Srinagar, gran ciudad de la Cachemira india, y a una veintena de kilómetros al este de la frontera paquistaní, Nagrota alberga un importante centro de mando militar regional.
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La ciudad se encuentra en una ruta estratégica que une la disputada región de Cachemira y el resto de la India.
El golpe se produce pocos días antes de la visita prevista de un alto responsable paquistaní, la primera en India desde el asalto a Uri.
“Esto parece claramente un intento de ciertos grupos de sabotear el aparente gesto reconciliador del gobierno paquistaní”, afirmó Mohan Guruswamy, director del ‘thinktank’ Centre for Policy Alternatives en Nueva Delhi.