El Gobierno de Kuwait presentó su renuncia este lunes al emir Sabah al Ahmed al Sabah tras las elecciones legislativas del sábado, en las cuales se registró un importante avance de la oposición.
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La Constitución de este rico emirato petrolero prevé que, después de una elección legislativa, el Gobierno debe renunciar.
Tras la aceptación de la renuncia, el emir de Kuwait encargará la formación de un nuevo gobierno al primer ministro saliente, Jaber Mubarak Al Sabah, o a otro miembro de la familia real.
El nuevo gobierno debe constituirse antes de que el nuevo Parlamento inicie su legislatura dentro de dos semanas.
En las elecciones del sábado, los opositores obtuvieron 24 de los 50 escaños del parlamento, según resultados oficiales publicados el domingo. Cerca de la mitad de los diputados opositores son islamistas suníes, ya sea de los Hermanos Musulmanes o salafistas.
La configuración del nuevo parlamento hace difícil la resolución de la crisis política y algunos observadores predicen nuevos conflictos y bloqueos ya que la mayoría de los diputados electos dijeron durante la campaña que iban a oponerse a nuevas medidas de austeridad.
Las elecciones habían sido convocadas en forma anticipada tras la disolución del parlamento el 16 de octubre debido a un desacuerdo con el Gobierno sobre el aumento de los precios de los productos petroleros, entre los más bajos del mundo. Entre 2006 y 2013 Kuwait ha vivido numerosas crisis políticas a pesar de tener un Parlamento favorable al Gobierno.
En este país de 4,4 millones de habitantes (el 70% de extranjeros) y que fue la primera monarquía del Golfo en instaurar un sistema parlamentario en 1962, el Parlamento tiene ciertos poderes, principalmente para controlar la acción del gobierno y de los ministros. Pero el poder real sigue en manos de la familia Al Sabah, que reina desde hace 250 años.
