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El huracán Otto que azotó el jueves el sur de Nicaragua y el norte de Costa Rica con fuertes vientos y lluvias se convirtió en tormenta tropical en su avance hacia el océano Pacífico, sin reporte de víctimas ni daños importantes.
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Otto, que se alejaba hacia el océano Pacífico por el noroeste de Costa Rica, tenía vientos máximos sostenidos cerca de los 110 km/h con ráfagas más altas y se prevé un debilitamiento lento adicional durante las próximas 48 horas, según el último informe del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, con sede en Miami.
El sistema lluvioso que se está debilitando rápidamente aún esta provocando vientos y lluvias intensas a su paso por el noroeste de Costa Rica, después de abandonar la parte sur de Nicaragua.
Las autoridades nicaragüenses informaron que no hubo víctimas que lamentar y los reportes preliminares de daños son menores en viviendas, árboles y caminos, según el Sistema Nacional de Prevención ante el Desastre (Sinapred).
Centroamérica padeció este jueves de forma simultánea el impacto de Otto y de un seísmo de 7,0 grados que encendió las alarmas en Nicaragua, El Salvador y Costa Rica, con una muerte de forma indirecta por el fenómeno.
“Creo que nos ha ido bien porque no tenemos víctimas, a excepción de una muerte por infarto” en San Juan del Sur, ocurrida tras la alerta de tsunami activada tras el seísmo, dijo la primera dama nicaragüense y vicepresidenta electa, Rosario Murillo.
El seísmo, que se produjo a las 18h43 GMT, se localizó frente al departamento salvadoreño de Usulután, con una profundidad de 10,3 kilómetros, según cifras actualizadas por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
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Las autoridades de El Salvador y Nicaragua emitieron alertas de tsunami e hicieron un llamado para que las poblaciones costeras fueran evacuadas pero dos horas más tarde suspendieron las medidas tras desechar el peligro de una gran marea.
– Otto avanza sobre tierra firme –
El ojo del huracán entró en territorio nicaragüense en un punto ubicado a 7 kilómetros al norte del poblado de San Juan del Norte, situado en al ribera del río del mismo nombre que marca la frontera con Costa Rica.
Al ingresar, la velocidad de los vientos era de 165 km/h con rachas de hasta 195 km/h y se desplazaba en dirección al oeste en paralelo al río San Juan, tendiendo a salir de Nicaragua para internarse en territorio costarricense, aseguró Murillo.
“El viento está bien fuerte y está lloviendo fuerte desde la mañana del jueves. Hemos visto caer el techo de casas de vecinos”, dijo a AFP, Aldrick Beckford, vecino de San Juan del Norte.
“La situación es difícil, las ráfagas de vientos son impresionantes, hay cables (de electricidad) tendidos, arboles tumbados y los suelos están saturados” de agua, informó el periodista Juan Cortez, del Canal 4.
Los vientos levantaron el techo de la alcaldía de San Juan donde funcionaba un puesto de mando para atender las emergencias.
En la población de La Cruz de Guanacaste, con unos 24.000 habitantes, los comercios cerraron sus puertas y algunos locales sellaron sus ventanas con láminas de madera, ante la inminente llegada del fenómeno, según mostraban imágenes de los informativos.
Las autoridades de la ciudad se movilizaban a toda prisa para trasladar a pobladores en zonas de riesgo a albergues más seguros, tras el anuncio de que el ciclón impactaría en el lugar con más fuerza de lo esperado.
En Panamá, ocho personas perdieron la vida durante el paso de Otto, aunque sólo tres de ellas murieron directamente a causa del fenómeno meteorológico, informaron el jueves las autoridades.
Ahora los equipos de rescate centran sus esfuerzos en Panamá para encontrar a tres personas desaparecidas tras el naufragio de una embarcación y a otra que habría sido sorprendida por un deslizamiento de tierra mientras dormía en su casa.