Más de 1.000 combatientes iraníes enviados por el Gobierno murieron en Siria combatiendo junto a las tropas del presidente sirio, Bashar al Asad, anunció este martes el jefe de la fundación de los mártires y veteranos de Irán, citado por la agencia Tasnim.
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“El número de mártires de nuestros país” muertos en Siria “superó los mil” combatientes, declaró Mohamad Ali Shahidi Mahalati en un discurso ante los miembros de la milicia Basij, una fuerza paramilitar subordinada a la Guardia Revolucionaria Islámica. No especificó cuándo murieron esos combatientes ni cuál era su nacionalidad.
Irán, que apoya a Al Asad desde el inicio de la guerra civil, en 2011, desplegó en Siria “consejeros militares” iraníes y, también, combatientes “voluntarios” provenientes de Afganistán, Irak y Pakistán.
La División Fatemiyun, integrada por reclutas afganos, es una de las principales fuerzas entrenadas por oficiales iraníes que combate en Siria.
Los medios de comunicación iraníes informan regularmente sobre la muerte de esos “voluntarios” y “consejeros”, pero es la primera vez que un responsable da una cifra tan grande de víctimas.
Oficialmente, Irán no envía soldados a Siria, pero, según un responsable estadounidense, miles de iraníes y combatientes apoyados por las autoridades iraníes participan en los combates contra los grupos rebeldes, en coordiniación con Rusia y el poder sirio.
A finales de agosto, la agencia FARS había anunciado que Ahmad Gholami, un exgeneral de los Guardianes de la Revolución, la fuerza de élite del régimen iraní, había muerto en combate.
Otros importantes jerarcas de los Guardianes de la Revolución murieron a finales de 2015. Según la prensa iraní, varios cientos de “consejeros militares” iraníes y “voluntarios” iraníes y afganos murieron en Siria en los últimos años.