El Gobierno de El Salvador anunció el viernes un plan para combatir con mayor rigor a las pandillas, que han incrementado sus ataques contra la policía, con 44 agentes muertos en lo que va de año.
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“Quiero anunciarles que tomaremos cinco medidas especiales, las cuales se contemplarán en el ‘plan Némesis’, el cual tendrá como objetivo endurecer aún más el régimen de acción contra estas estructuras criminales” (pandillas), declaró el vicepresidente salvadoreño, Óscar Ortiz, acompañado del gabinete de seguridad durante una rueda de prensa.
Ortiz adelantó que, como parte de las medidas se creará un grupo especializado con el fin de “perseguir, encontrar, capturar y poner en las condiciones más duras a todos aquellos miembros de estructuras criminales, que en los últimos días han establecido una línea de atentar cobardemente” contra miembros y familiares la Policía Nacional Civil (PNC), Fuerza Armada y amenazas a la seguridad pública.
Las dos últimas víctimas de estos ataques fueron el subinspector de la Policía Lorenzo Rojas y su hijo universitario Marvin Antonio Rojas, asesinados el miércoles a balazos al salir de su casa en las faldas del volcán de San Salvador. La esposa del oficial resultó herida en el ataque.
En las últimas dos semanas, una decena de policías y tres soldados fueron asesinados por pandilleros, en su mayoría cuando se encontraban de licencia.
“No van a detener (las pandillas) estas acciones de ir hasta las últimas consecuencias, vamos a seguir golpeando”, sostuvo Ortiz.
Por su parte, el director de la PNC, Howard Cotto, declaró que entre las medidas del plan Némesis, figura el desarrollo de “procesos de investigación”, y una mayor “presencia” en las zonas donde permanecen las “estructuras criminales” de la Mara Salvatrucha que están atacando a los policías.
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Otra de las medidas es de orden administrativo para brindar “beneficios” a las familias de los policías asesinados.
La violencia en El Salvador, que en buena medida se debe a las pandillas, dejó 4.581 muertos entre enero y octubre, de acuerdo con cifras del Instituto de Medicina Legal.
Las pandillas salvadoreñas tienen unos 70.000 miembros, de los cuales 16.000 están encarcelados, según las autoridades.