El exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani emerge seriamente como candidato al puesto de secretario de Estado en el futuro gobierno de Donald Trump, según una consejera cercana al presidente electo.
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A nueve semanas del cambio de mando, Trump tiene previsto reunirse esta tarde en Nueva York con su vicepresidente, Mike Pence, para trabajar en la composición de la próxima administración de Estados Unidos.
“Su nombre fue mencionado seriamente para el puesto de secretario de Estado, una función para la que está calificado y un trabajo que haría realmente bien”, declaró al canal Fox News la directora de campaña del magnate, Kellyanne Conway, muy implicada en el proceso de conformación del nuevo equipo de gobierno.
Miembro del círculo más íntimo del millonario republicano, Giuliani ya había sido nombrado como posible candidato a encabezar el Departamento de Justicia, aunque el exalcalde de Nueva York dijo finalmente el lunes durante una conferencia pública en Washington que no ocuparía ese cargo.
Giuliani, de 72 años, dirigió el gobierno municipal neoyorquino de 1994 a 2001. Su cargo terminó justo antes de que se cometieran los atentados del 11 de septiembre. Antes, como fiscal antimafia, logró bajar la tasa de criminalidad de la ciudad.
Durante la carrera hacia la Casa Blanca apoyó inquebrantablemente a Trump.
El exembajador ante Naciones Unidas John Bolton también está en carrera para el mismo puesto.
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“John sería una muy buena elección”, dijo Giuliani en la conferencia organizada por el diario The Wall Street Journal. Pero cuando le preguntaron si había alguien mejor para encabezar el Departamento de Estado, Giuliani respondió: “Quizás yo, no lo sé”.
– Nombres en danza –
Bolton no mencionó sus oportunidades durante una entrevista este martes con Fox News, pero parecía estar pasando examen para el cargo, destacando las relaciones de Washington con Moscú al día siguiente del llamado de Trump al mandatario ruso Vladimir Putin.
“Creo que una de las razones por las que Putin es muy informal acerca de expandir la influencia de Rusia, sacando ventaja sobre Estados Unidos en Europa del Este y en Oriente Medio, es que él considera, bastante correctamente, a Barack Obama como un líder extremadamente débil”, dijo.
“Creo que Trump será lo opuesto”, agregó Bolton, quien como representante estadounidense ante la ONU entre 2005 y 2006, dijo que si la sede de la organización perdía 10 pisos, “no habría diferencia”.
Otro nombre que suena para ocupar puestos en el nuevo gobierno es el senador por Alabama Jeff Sessions, quien apoyó a Trump desde el principio. Podría convertirse en Fiscal General, secretario de Defensa o jefe del Departamento de Seguridad Interior. Sessions es un firme defensor de las restricciones a la inmigración.
Los primeros nombramientos de Trump incluyeron a Steve Bannon, dueño del portal de noticias de extrema derecha Breitbart, como principal estratega y asesor de la Casa Blanca, una elección criticada por demócratas y otros que lo consideran el favorito de los supremacistas blancos.
Los medios afirmaron que las negociaciones provocaron muchas tensiones en el equipo de Trump y CNN llegó a describirlas como una “lucha mortal”.
El empresario inmobiliario y Pence “van a examinar una lista de nombres” para los diferentes puestos del próximo gobierno, explicó el encargado de comunicación del equipo de transición, Jason Miller, a periodistas congregados en la Torre Trump de Manhattan.
Trump nombró el domingo Reince Priebus como próximo jefe de gabinete de la Casa Blanca. En tanto, el general retirado Michael Flynn podría ocupar el cargo de Asesor de Seguridad Nacional.
– Relaciones con el Congreso –
El presidente electo parece tironeado entre su promesa de campaña de sacudir al “establishment” de Washington y la necesidad de apoyarse en un equipo de profesionales que disponga de buenos contactos en el Congreso.
Los republicanos de la Cámara baja mantuvieron el martes a su colega Paul Ryan como presidente (“Speaker”) del cuerpo, anunció la bancada.
Ryan, que había mantenido distancia de Trump y lo criticó en reiteradas ocasiones durante la campaña, terminó por alinearse firmemente detrás del 45º presidente estadounidense.
Trump y los republicanos parecen concordar en general con una hoja de ruta que incluye cambiar la reforma de la salud de Barack Obama, construir un muro -o un vallado- en la frontera con México y reducir los impuestos.
Este martes varios centenares de estudiantes de secundaria volvieron a manifestar en Washington y en Nueva York bajo una lluvia torrencial, delante de la Trump Tower, en Manhattan.
Las protestas anti-Trump en numerosas ciudades del país, son casi cotidianas desde que ganó las elecciones del 8 de noviembre.